𝐂𝐨𝐧𝐬𝐢𝐠𝐥𝐢𝐞𝐫𝐞 | ᴷᵒᵒᵏⱽ [+18]

«Capítulo 12»

•Inferno•

Los ojos de Taehyung se abrieron con impresión al oír la dulce voz de su consejero entrar por sus oídos con aquella pregunta que había logrado paralizar su mente.

Era imposible que negara lo que había dicho, sus palabras habían sido claras, "Sí me gusta", ni siquiera lo había dicho en voz baja, lo había gritado a los cuatro vientos, ¿Cómo negaría aquello?

-...Y-yo...-Y por primera vez, gracias a esa espontánea pregunta, Jeon logró oír a su jefe tartamudear lleno de nerviosismo, tímido, sorprendido en medio de una casi imperceptible abertura de su corazón.

Por un momento había logrado ver una parte de Taehyung que creía no existía, parecía como si el aura oscura a su alrededor por tan solo un par de segundos se hubiera disipado dejando ver la luz que cubría al ángel de la muerte, un ángel triste que buscaba brillar incluso siendo cubierto por toda la sangre que había sido derramada sobre sus hombros. Sin embargo esa imagen no duró mucho, antes de que Jungkook pudiera siquiera abrir la boca para repetir la pregunta, sintió su cuerpo desvanecerse y sus ojos cerrarse luego de recibir un golpe intenso en su nuca.

-¡Mierda, Jin, lo mataste!-Gritó Kim abriendo los ojos con impresión al ver la cabeza del menor caer en medio de su tranquilo sueño sobre el hombro del abogado que trataba de no reirse de lo exagerado que el modelo podía llegar a ser.-Aunque debo admitir que me salvaste-Suspiró el ojiverde recostándose en el asiento.

Jin podía ser algo impulsivo a veces si creía que sus acciones serían las correctas, en ciertas ocasiones se equivocaba terriblemente y en otras, triunfaba tal dios.

-Te conozco hace siglos, Tae, si no lo hubiera hecho entrarías en crisis y hubieras dicho cosas de las que te arrepentirías luego-Musitó Seokjin suspirando, no le agradaba la idea de que el mafioso entablara una relación con Jeon, era peligroso en todo ámbito para ambos, sin embargo también sentía dicha al saber que al menos una pequeña parte de Taehyung no rechazaba el amor tal y como llevaba años haciéndolo.-Por lo que más quieras piensa en lo que vas a decirle cuando lo curen y despierte, como ya te dije, te conozco hace mucho y estoy casi cien porciento seguro de que si trata de aclarar sus dudas acerca de tu sentir vas a decirle que no sea curioso y te irás, si en serio te gusta trata de hablarle con la verdad, no creo que las cosas te resulten muy bien con él si te sigues comportando como lo has hecho hasta ahora. Comprendo tus comportamientos porque te conozco, pero Jungkook no, no te digo que le cuentes la historia completa o que de un momento a otro te conviertas en un príncipe azul, básicamente porque no eres así, solo te sugiero que trates de controlarte, lo terminarás asustando-Susurró el mayor casi en forma de gruñido, era una advertencia, Tae lo había notado, pero no deseaba obedecerle, o más bien, no podía hacerlo.

Era obvio que desde el primer día el castaño se había encariñado con aquél dulce fotógrafo y por más que adorara a Taehyung con la vida, tal y como había dicho, lo conocía muy bien. Seokjin sabía de lo que su mente era capaz si de sentimientos se trataba, no quería que Jeon saliera dañado en medio de aquella jugarreta desquiciada en la que estaba involucrado Kim, sin embargo tampoco quería pisotear los primeros atisbos de algo de cariño que el modelo había expresado luego de tres años sufriendo en silencio por su corazón roto, un corazón frágil que pedía a gritos ser ayudado, pero que su mismo portador había encerrado en una caja impenetrable que lo alejaría de todo lo bueno y bello que quizás podría haber ingresado a su vida.