Capítulo 1.

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En multimedia les dejo a Isabella!!
Besoos(antes del cambio)

-¡Ya basta madre!, ¡No puedes seguir escondiéndome!, ¡renuncio a todos mis derechos de princesa!, ¡Me largo de ésta cárcel, ya tengo 18 años!

-Si te vas, no vuelvas cuando las cosas te vayan mal, y si te reconocen...

-¿Reconocerme?, en mis 18 años de vida no he salido a la calle, ni me han visto, ¿cómo me van a reconocer?, hasta luego madre, espero que pronto te estés pudriendo en el infierno, tal y como he soñado muchas veces junto a tu querido marido, me voy y encontraré a mi verdadero padre, tienes razones para avergonzarte, ¡eres una jodida fursia!- grité mientras me subía al taxi que me llevaría al areopuerto de Irlanda

Se estarán preguntando, ¿y qué es todo esto?, ¿la escritora se volvió loca y tiene complejo de princesa?, pues no, no es así, es bien fácil y yo se los explicaré:

Me llamo Isabella Pepper, sí, ese es el apellido de mi padre biológico, mi madre me tuvo debido a una aventura con un chófer, sí, es la reina de Irlanda y una ramera, no es oro todo lo que reluce, y hoy, el día de mi cumpleaños decide decírmelo, ¿Qué gran regalo verdad?.
Ahora voy en busca de mi padre biolígico, al menos hizo algo bueno facilitándome su búsquedad, siempre me ha tratado peor que a mis hermanas, y más aún sabiendo que soy, bueno era la heredera al trono, por eso no creo que le haya afectado mucho mi ida, la verdad es que me siento... extraña como si estuviera...¿completa?, tal vez no haya nacido para ser princesa, tal vez soy una asesina loca o algo por el estilo, no sé lo que sé es que princesa no seré.
Aunque cargar dos carros llenos de miles de maletas por el aeropuerto de Londres no es muy agradable, me encuentro bien, dirán ¿no era qué no querías ser princesa?, no, no quiero, pero mi ropa, mi vida, y en ese sentido soy muy pija, de repente siento como algo me choca en un costado y me tira al suelo.

-¿Pero qué demonios!- exclamé

-Que la futura reina de...- pero lo callé de inmediato tirándome sobre él, parecíamos idiotas revolcándonos por el suelo del aeropuerto.

-Oh dios, ¿eres idiota verdad?, ¿qué haces aquí?-pregunté/grité enfadada.

-¿Creerías que dejaría sola a la torpe de mi mejor amiga en otra de sus absurdas y locas aventuras?- preguntó riendo

Se estarán preguntando, ¡pero bueno!, ¿y este quién es ahora?, bueno él es Jack, el hijo de la cocinera y mi único y mejor amigo.

-¡Eres un inepto!.

-Pero me adoras, por cierto princesita, ¿a tu padre le importará acoger o adoptar a otro sin techo en su house?

-Pero serás carota, ¡primero hay que ver si me acoge a mi cabezón!, vamos a coger un taxi anda y quítate de encima de mí, que la gente está empezando a mirar raro

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-Bien, hemos llegado, ¿toco?- dije insegura

-Claro inadaptada, sino ¿a qué hemos venido?- me dijo el inútil que tengo de mejor amigo

-Es cierto, y no soy una inadaptada- gruñí mientras tocaba el timbre, a los pocos segundos abri óun chico en boxers, ¿pero en esta casa no hay modales, normas o algo por el estilo?.

-Perdón, creo que nos hemos equivocado- dije

-Si quieres te puedes quedar cariño- dijo el imbécil que estaba en la puerta

-oh oh...- dijo Jack, aunque no viera a muchas personas, siempre he tenido un carácter bastante fuerte, me giré y caminé hasta el susodicho

-¡Mira inepto, estoy cansada de ver como los hombres usan a las mujeres, pensáis que sois el sexo fuerte, pero de fuertes no tenéis una mierda!, ahora mismo te puedes ir disculpando, sino quieres ver mi puño en tu jodida cara, ¿entiendes?- pregunté mientras me acercaba, y ya lo tenía bastante cerca, tanto que lo conseguí poner nervioso, perfecto pensé, lo intimidé, era princesa, pero exigí desde niña aprender artes marciales y para callarme me traían un profesor de taekwondo cada tarde, y digamos que después de 13 años, he aprendido algo

Princesa...¿a la fuga?.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora