Capítulo 12

76 12 4
                                    

Suspiré y metí la llave en la dichosa cerradura de la puerta. Sin estar completamente en el interior de la casa una mano me sujetó por el brazo y me arrastró hasta el sofá. Era Jack.


-Querida- dijo mi padre ganándose mi atención- en el mundo en el que vivimos no podemos ser cantosos y mucho menos inmortales, por eso hay veces en las que es mejor desaparecer por un tiempo cuando has alcanzado la cúspide la fama, ahora es tu momento de desaparecer, centrar cabeza, quizás centrarte en tus estudios y buscar un chico que te quiera- no cabía en mi asombro por las palabras de mi padre.


-Padre, llevo 18 años recibiendo órdenes, ahora voy a ser quien quiero ser, y tú no me lo prohibirás. Me acogiste en esta casa sabiendo quien era y como era, si alguna vez me has querido siendo como era no entiendo cual es el problema hay ahora.


-El problema es que si sigues en ese mundo me temo que no podrás seguir viviendo aquí- dijo serio. Miré a Fred que tenía la cabeza baja , no me miraba a la cara. Luego miré a Jack, me miraba ceñudo, no lo entendía, él era mi amigo, mi mejor amigo, mi hermano fiel y ahora me abandona, no me apoya, lo miré fijamente.


-¿Tú qué harás?- cuestioné.


-Tu padre tiene razón, le apoyo, lo siento Bella pero es lo mejor para ti, tengo las mismas condiciones que tú y decidí dejar en ese mundo- dijo y yo asentí pensativa, me levanté y les miré.


-Ha sido un placer conocerles, padre, mejor amigo, Frederick- dije con ironía- ahora si me lo permitís recogeré mis cosas y me largaré de esta mierda de casa. No me esperaba esto padre, te perdoné 18 años de ausencia, te perdoné abandonarme y ahora me botas a la calle. Frederick pensaba que eras distinto, pero eres igual de mierda que los otros. Jack- dije y lo miré a los ojos- me has defraudado- esas simples palabras hicieron más en él que cualquier otras, me acerqué a él, me quité el colgante con la "J" que llevaba sin quitarme demasiados años, se lo tiré y dando media vuelta recogí todas mis pertenencias, aparqué a mis bebés en la calle y me monté en Rose sin rumbo, ¿a dónde iría ahora?


Estoy más que segura que esto ha sido un error, un grave error, pero no tenía a dónde ir, cansada de esperar a que me abran, me dirigí al auto con la intención de buscar un motel cercano.


-¿Ángel?- dijo James- ¿eres tú?- dijo y me volteé para verlo con un adorable pijama de Bob Sponja que hizo que no pudiera aguantar las carcajadas y posteriormente su sonrojo.


-Cariño, necesito tu ayuda- dije entrando sin que me diera permiso a la cocina que tantos recuerdos me traía.


Princesa...¿a la fuga?.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora