Princesa...¿a la fuga?.

Capítulo 8.

Me levanté a regañadientes de la cama tras escuchar el sonido del despertador hoy iba a ser un día extremadamente largo, y mientras me duchaba repasé mentalmente mi agenda para el día de hoy, primero debía visitar universidades, claramente las mejores de Inglaterra, entre ellas Oxford , para inscribirnos nos harían una pequeña entrevistas y más mierdas del protocolo, luego le haría una pequeña visita  a la casa de Zack, que por lo que he averiguado,vive en un pequeño departamento con su hermano, Brave, quiero hacerles un regalo por intentar herir a mi pequeña Rose, es mi coche preferido y es como mi pequeña hija.

-Cariño, ¿quieres desayunar?- escuché la voz de mi padre en el final de la escalera- he hecho tortitas, con nutella y dulce de leche- dijo para convencerme y en cero coma, estaba sentada en la mesa de la cocina reclamando mi calórico desayuno, minutos más tarde sentía como la tensión se podía palpar en la cocina, mi padre se había ido dejándonos a nosotros tres desayunando y con cuchillos cerca, una muy mala idea, una horrible idea a decir verdad.

-Me han dado dos puntos- dijo serio Fred

-Me han cortado la fuente de sexo- dijo Jack y yo lo fulminé con la mirada mientras dejaba mis platos en el fregadero

-Vivo con dos idiotas- dije y ellos me miraron mal ¡encima me miran mal!, degenerados. Tras una tensa guerra de mirada, me di media vuelta y me fui sin esperar a Jack hacia el coche pero esta vez dejé descansar a Rose y cogí a Laurent y antes de arrancar Jack ya se había subido al asiento del copiloto, chico listo, arranqué y me fui hacia Oxford, esperando que se tragaran nuestras identidades falsas.

-Ha sido un gusto conocerles jóvenes- dijo el director- me han causado una muy buena impresión y estáis dentro, quiero que empecéis hoy mismo- dijo estrechándonos las manos como despedida, Jack y yo nos miramos y esperamos como personas civilizadas a que entrara a su despacho para que entrara a su despacho y nada más cerrar la puerta nos pusimos a saltar y a brincar haciendo nuestro famoso baile de la victoria del que tanto s avergüenza mi padre, ¿el inconveniente?, las puertas se abrieron dejando entrara los estudiantes que nos miraban con sonrisas burlonas en su rostro y otros simplemente nos ignoraban, no era Oxford , pero era una pequeña facultad a 20 minutos de donde vivíamos, digamos que no les causamos una buena impresión en Oxford el director digamos que no era muy... no encuentro la palabra, pero si sé que nos prohibieron la entrada a esa institución para el resto de nuestra vida, lógicamente al notar tantas miradas dejamos de bailar y estallamos en carcajadas y aproveché para escanear el lugar, putas, putas playboys, más playboys, nerds, góticos, simpáticos, chicos lindos, antisociales espera...¿chicos lindos?, los miré y sonreí y me dirigí a ellos, pero un chico de los nerds me miraba, me sonaba bastante, lo escaneé y mi madre, chiquito cuerpo, llegué a su cara y me fijé  bastante, oh mierda es Brave, cambié mi dirección y me acerqué a él y se empezó a poner nervioso, me miró a los ojos advirtiéndome, interesante, esta era su tapadera, la rata de laboratorio de universidad, me acerqué más y entré en el círculo de chicos, que nada más verme se sonrojaron y bajaron la cabeza, me paré frente a él y crucé los brazos.

-¿Cómo te llamas?- dije fría haciendo sorprender a algunos chicos y el me miró sorprendido y agradecido.

-Soy James...- tartamudeó y yo enarqué una ceja,buena interpretación

-Ahora me puedes explicar ¿qué tanto mirabas?- dije empezando a perder los papeles, odiaba que trataran a la mujeres como objetos y él me observa como tal, no respondió- muy bien, no respondas- dije tirándole encima el café que le quité a un chico que pasaba- esto es para que aprendas, a quien mirar y a quien debes contestar- dije seria y me di media vuelta dándome a entender que tenía público, sobre todo masculino, miré a Brave y así daba pena, pero que se joda, yo sé quien es y lo que me da es asco, me di media vuelta y caminé con la cabeza alta a buscar mi horario, entre la gente salió confundido Jack y al verme negó con la cabeza y yo sonreí inocente.