5.

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Estoy furiosa.. como se ha atrevido a besarme, quién se ha creido que es. Siento que esto es solo el comienzo...

Le pegó y en vez de enfadarse el muy egocéntrico encima se queda riéndose. Ni que fuera el mejor beso que me han dado.

A quien quiero engañar, si que a sido el mejor beso, no sé si será por eso de los mates. Que todo se amplifica cuando encuentras al tuyo.

Pero si es que mi loba todavía no lo reconoce como suyo!! todavía no puedo reconocer su aroma, como olerá, me sentiré necesitada de su cuerpo,de su toque...

Noo, noo!! Me niego esto no puede estar pasando, pero porque diablos estoy pensando en él!!

No he podido concentrarme en toda la mañana, gracias a que vino la nueva chica de prácticas y me salvó el pellejo...

Las clases han terminado, nunca pero nunca antes una jornada laboral se me había hecho tan larga. He bostezando tantas veces que me duele la mandíbula.

Miró hacia un lado y después hacia el otro, bien no está!! Doy un suspiro y comienzo a caminar hacia casa. Creo que cómere algo rápido y dormiré toda la tarde.

Sii, es un plan perfecto, me encanta dormir. Para mí dormir es un placer.
Otros dicen que durmiendo pierdes vida, pero a mí no me importa, cuando duermo soy tan feliz, no me duele nada, nada me preocupa...

Que extraño hay un coche aparcado en la puerta de casa, quién podrá ser. Subo los escalones del porche de la casa,  un olor a tierra mojada se mete por cada uno de mis poros.

Miró al cielo, no está lloviendo ni tiene intención de llover, ahora lo entiendo ya reconozco el olor. Es el suyo. Era verdad que no mentía. Somos mates...

Abro la puerta y paso, lo que ven mis ojos hacen que un incendio de rabia se desate en mi interior.

Mi padre está hablando animadamente con Daniel. Mamá se acerca deja un beso en mi mejilla y me dice al oído.

- Que callado te lo tenías, Cuando ibas a decirnos que eras la futura Luna!! Dice dejando una pequeña risa.

Esto es lo que me faltaba, me acerco a Daniel y le digo:

- Ven cariño, tenemos que hablar unas cosas. No tardamos. Todo esto lo digo en tono sarcástico.

Lo cojo del brazo y lo llevo a mi habitación.

- La decoración es mu.. muy.. original dice ríe ndose.

Bueno la verdad es que la tengo igual que cuando tenía ocho años, nunca me importó demasiado si era infantil.

- Que se supone que estás haciendo?? Digo enfadada.

- Yo nada, conociendo a mis suegros. Dice de modo altivo. - Ah por cierto, mis padres te esperan para cenar.

- Con que derecho te crees, a organizar mi vida, ni siquiera te he aceptado. Más bien te odio.. le digo y golpeó su pecho.

- De nuevo, esos brazos me rodean y mis labios se dejan llevar junto a los suyos. Me separo cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Levanto mi mano pero esta vez el la sujeta.

- Por hoy ya he tenido suficientes golpes, te recojo a las siete. Dice saliendo de la habitación.

- Y una mierda!!

- Esa boca princesa, si no sales por tu propio pie, tendre que pasar y creo que a tu padre le gustó. Dice riéndose, se despide de mis padres y se marcha.

Para no variar me deja con la palabra en la boca y para colmo tengo que ir a una cena con sus padres.

Si fueran personas comunes podría negarme, pero me tuvo que tocar de mate el hijo del Alfa...

Maldito sea, ya me había arruinado el día y ahora la tarde.

Al final ninguno de mis planes a salido como yo esperaba. Pero como me llamo Helena Dorian, que me voy a vengar de él...

He terminado de arreglarme, he optado por recoger mi pelo, y me he puesto un vestido entallado en color rojo. Es sexy pero no deja ver nada y sirve para una cena normal.

Le voy a pagar con su misma moneda. Jajajaja...

Son las siete, me despido de mis padres y salgo a la calle, el está esperando dentro de su coche. Es bonito la verdad es negro y muy amplio.

No entiendo de marcas ni modelos, pero tiene pinta de ser caro, el interior es de cuero. No lo saludo, simplemente lo ignoro, no tengo ganas de empezar una guerra ahora mismo.

Noto como me mira, sus ojos cambian a dorado en varias ocasiones. He conseguido lo que quería puedo notar como me desea.

Mi loba está inquieta, lo reclama como suyo. Pero eso no va a pasar. Tengo que ser fuerte y no caer en sus redes.

Gabriela sale a recibirme, tiene una sonrisa en la cara. Está más bella de lo habitual.

- Niña que callado te lo tenías, no sabes lo feliz que me haces. Dice dándome un abrazo.

Julian también me sonríe pero él no me abraza, casi mejor digo para mí.  Tiende su mano para que la estreche.

- Bienvenida a la familia Helena, ya no hará falta que formalicemos lo del terreno ahora eres parte de la familia. Podéis quedaros con ese o buscar uno más grande.

Le sonrió, pero por dentro estoy ardiente en llamas, era mi terreno, mi casa, mis sueños y ahora tengo que compartirlos con el ser marino.

Tengo que relajarme, tengo que ser paciente. Pasamos al salón, me situan a su lado. Claro que pensaba que se iba a sentar en la otra punta de la mesa.

Noto como toca mi mano, cojo un cuchillo lo miro y le susurro sobre el oido:

- Como toques otra vez corto tus dedos!!

El solo me sonríe, se pasa mis amenazas por el arco del triunfo. Omito que lo tengo a mi lado e intento disfrutar de la cena.

- La comida estaba buenísima, le digo a sus padres con una sonrisa, está vez no es fingida, de verdad he disfrutado.

Estoy parada cerca de una ventana, miro hacía atrás y doy un grito tremendo.

Owen está asomado a la ventana, con sus manos rodeando sus ojos para poder ver mejor.

- Ese hombre está loco. Digo al fin, tratando de recuperar el aliento.

- Aunque lo veas así es inofensivo, dice Julián tratándome de tranquilizar.

Me despido de los padres de Daniel, el me lleva a casa. El recorrido se me hace largo cuando no lo es.

Por fin se para. Esta es la hora de mi venganza. Me levanto de mi asiento y de un solo movimiento me posicióno sobre el, comienzo a acariciar su pecho y a dejar besos húmedos por su cuello.

Su respiración se acelera, puedo notar como crece el bulto de su pantalón.

Igual que me subo, me bajo salgo del coche, el está en shock.

- No me puedes dejar así, me enciendes y pretendes que me apague de la nada... dice ligeramente molesto.

- No hay nada que una ducha de agua fría no pueda hacer. Además te la debía. Digo riendo, me voy  deprisa no vaya a ser que cambie de opinión y venga a por mi.

Acepto tu Rechazo II "Terminada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora