15.

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Me acabo de despertar, estoy en el suelo sobre un colchón, a mi mente llegan los recuerdos de la noche anterior.

Se puede ser tan primitivo!! Celoso y obsesivo.. pero que se cree que soy un trofeo o algo así. Cuando decimos tuyo o mío, no se dice en todos los sentidos es sólo una forma de hablar.

Yo puedo tomar mis propias decisiones, soy la dueña de mi vida, vale que le puedo consultar pero de eso a que esto sea "ordena y manda" va un paso muy grande.

Estoy muy equivocado si cree que voy a ser su sumisa. Puedo ceder y rectificar si estoy equivocada pero no voy a obedecer órdenes. De eso estoy totalmente segura, nunca pero nunca pasará.

Jolín, ya estoy de mal humor y apenas si hace unos minutos que me he despertado. Juro que no quiero salir huyendo está vez. Cuando una cosa no me gusta o nose como resolverla. Desaparezco y me alejo lo más que puedo.

Me ducho no quiero que vuelva a decir lo del olor, de verdad que hoy no tengo ganas... que pereza odio ducharme en la mañana. Bajo las escaleras huele a café, tostadas, bacon y huevos. Parece que mi olfato vuelve poco a poco a mi.

La mesa está puesta, Daniel se acerca trae en sus manos una taza de leche con cacao. Solo porque haya recordado lo que me gusta desayunar eso no significa que ya lo haya perdonado.

Daniel se sienta justo en la silla que hay frente a mi, se sirve y comienza a comer. El desayuno lo pasamos en paz, o por lo menos por el momento.

- Helena, explícame lo de tu amiga Eva. Dice en un tono de alfa o sea muy serio. No me ha llamado Morena con lo cual el también está molesto.

Permanezco un rato callada, pero me doy cuenta de que eso no va ayudar en nada a Eva ni a los demás desaparecidos.

Le cuento todo lo que he descubierto, el parece sorprendido por lo que se ve no sabía nada.

Se levanta de la silla y sale disparado hacia la sala, lo sigo con la mirada y veo como coge el teléfono. Creo que está hablando con su padre, se le ve alterado.

Cinco minutos después vuelve a la cocina, me ayuda a recoger la mesa y sube a la habitación, no nos hemos dirigido la palabra en todo el tiempo.

Parecemos dos de los niños del colegio, enfadados y sin hablarnos, el colegio!! Había olvidado que hoy es lunes y hay clases.

Subo a por mis cosas, aún tengo diez minutos para que empiecen las clases, tengo que ser rápida, menudo ejemplo daría si llegara tarde.

- Dónde vas Helena? Dice otra vez con ese tono tan desagradable.

- A trabajar, dónde crees que voy a ir? Ahh con mi amante seguro. Nada más decir esto último me arrepiento. Pero que me pasa porque he dicho eso.

Escucho un gruñido de su parte, sus ojos se han vuelto dorados.

- No bromees con eso, no estoy de humor. No corras porque tus clases de han suspendido hasta nueva orden.

- Como que se han suspendido? Quién te crees que eres para decidir si trabajo o no? Le digo muy enfadada.

- Veo que te gusta imaginar cosas, yo no he interferido en tu trabajo, por quién me tienes?  Han suspendido las clases hasta que estemos seguros.

Pero que me pasa, Hoy no hago otra cosa que no sea meter la pata. Vaya pues ahora sí que no tengo nada que hacer y tampoco me apetece estar todo el día viendo la cara de perro que tiene.

Ya se lo que voy a hacer hoy iré a la ciudad, quiero comprar algo de ropa y unos libros.

Tengo tiempo el autobús no sale hasta dentro de media hora. Contando lo que tardó en llegar andando aún me sobran cinco minutos.

Lo he buscado por toda la casa y no está otra vez se ha ido, luego se molestará porque no estoy en casa. Cojo un papel y me escribo una nota.

Daniel voy a la ciudad, cogeré el bus volveré en la tarde. Helena.

Pegó la nota con un imán en el frigorífico, espero llegar antes que él.

El día pasado volando, he comprado todo lo que necesitaba y además le he comprado un regalo a Daniel, espero que con esto hagamos las paces de verdad que no me gusta estar así con él.

Estoy en el autobús de vuelta a casa, quedan apenas diez minutos para llegar a casa. Escucho un ruido seco, es como si una rueda hubiera reventado.

Me asomo por la ventana no es una rueda nos están atacando, veo ojos rojos por todas partes.

Cojo el teléfono apenas si hay cobertura, un tono, dos tonos, tres tonos, cuatro tonos...

No tengo tiempo, el autobús comienza a dar bandazos.

- Helena.... Hay interferencias apenas si lo escucho.

- Daniel, nos están atacando... Comarcal 95... Consigo decir antes de que se haya ido la cobertura.

El autobús vuelca, la gente comienza a salir en todas direcciones solo se escuchan gritos, no puedo moverme tengo algo clavado en un costado. Miro hacia abajo es algo metálico.

No brota demasiada sangre, creo que el trozo de metal contiene la hemorragia. No me puedo mover, el metal debe de estar clavado en el asiento.

Escucho unas voces, me resultan familiares ya lo tengo son las de los vampiros del bosque. Avanzan hacia mi, puedo oler el olor a sangre y a miseria.

- Vaya, vaya si tenemos aquí a una lobita pero está dañada... Nos habrían pagado bastante por ella, las lobas jóvenes y guapas están muy demandadas.

- Que hacemos la matamos? Le dice uno al otro clavándome la mirada.

Tengo miedo, no me puedo defender, escucho aullidos, espero que lleguen antes de que me maten.

Un dolor agudo azota mi cuerpo, mis ojos se cierran no puedo ver ni sentir nada. Me envuelve la oscuridad.

Escucho una voz, parece ser Daniel pero está llorando, - no llores mi amor estoy bien.

Porque no me escucha, que es lo que pasa, miro hacía un lado veo mi cuerpo inerte sobre los brazos de Daniel.

Está haciendome un masaje cardíaco. Miro mi cuerpo ahora translúcido por lo menos el que yo siento y comienza a desaparecer.

Será que estoy muerta?? Me acerco a Daniel le susurro al oido - Te amo.. y entonces desaparezco.

Acepto tu Rechazo II "Terminada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora