12.

11.7K 1K 38
                                    

Narra Daniel

No me puedo quejar al final las cosas están saliendo mejor de lo que pensaba, las cosas con Helena no podrían ir mejor.

Ha aceptado compartir la habitación conmigo, lo peor de todo va a ser controlarme, la deseo demasiado pero le he prometido ir a su ritmo.

Pero es que es un ritmo tan lento!! Mi lobo está desesperado por marcarla y hacerla suya.

Cada vez me cuesta más controlarme, desde que la pille desnuda no puedo quitarme esa imagen de la cabeza, ese cuerpo color caramelo, esas curvas, sus pechos tulgentes...

Tengo que quitar esa imagen de mi cabeza pero es que su aroma impregnado por toda la casa no me lo pone nada fácil.

La he dejado colocando sus cosas, he salido a correr de verdad que necesitaba quemar energía. Primero lo he hecho en mi forma de lobo y después en mi forma humana.

Son casi las siete no pensaba que era tan tarde, simplemente perdí la noción del tiempo. Llegó a casa, todavía se me hace extraño que está vaya a ser mi casa apartir de ahora y menos que la vaya a compartir con ella.

Solo con pensar en ella en mi boca se dibuja una sonrisa. No lo puedo evitar. Ahora lo sé!! Estoy loca y plenamente enamorado de Helena.

Me paro en la puerta de la cocina, estoy desnudo de cintura para arriba y he recogido mi pelo en un moño despeinado. Había pensado en cortar mi pelo, lo deje crecer en un acto de rebeldía pero ahora se ha hecho mi sello de indentidad.

Está cocinando algo, no se ha dado cuenta de mi presencia, ni siquiera ha notado mi aroma, creo que su olfato no está totalmente recuperado.

Mejor... pienso, me acerco a ella lentamente, la abrazo por detrás y hundo mi cabeza en su cuello. Ella da un pequeño grito, la he asustado, es tan graciosa.

- Estás todo sudado, lavate y baja a cenar. Dice apartándose de mi, pero su mirada dice otra cosa.

- Podemos empezar por el postre.. o ducharnos juntos..le digo volviendome a acercar.

Noto como se sonroja y agacha su cabeza, algo dentro de mi, me dice que nunca ha estado así con ningún hombre. Eso todavía me excita si cabe más.

Mía y de nadie más. Pero antes tengo que averiguar si nunca a estado con otro, si lo hubiera echo no me importaría, me importa el ahora pero no puedo negar que me encantaría que nadie la hubiera tocado antes.

Terminé de ducharme hace un rato, me dirijo a la cocina, ella está sentada en una de las sillas que hay junto a la mesa. Ha preparado filetes, patata asada y ensalada.

Me siento frente a ella, mientras cenamos en le pregunto.

- Cuántos novios has tenido? Lo digo directamente sin rodeos, ella parece atragantarse, le da la tos y bebé agua. Tarda un poco en recuperar su color de piel.

- Y esa pregunta a qué viene? Dice ella tratando de recuperar el ritmo de su respiración.

- Nada solo era curiosidad, tan solo pensaba si tendría que enfrentarme a alguno de tus ex. Le digo como si no me importara y no levantando la vista de mi plato.

- No tienes porqué preocuparte por eso, no hay nadie, nunca lo hubo. Dice ella con verguenza. No sé ha dado cuenta pero al final me ha dicho todo lo que deseaba. No puedo evitar sonreír.

- Y tu cuántas besuconas más hay por ahí? Dice ella con sarcasmo.

Vaya y que respondo yo ahora, no quiero que piense bque soy mujeriego, por qué si que lo fui pero eso cambio el día que la encontré.

Acepto tu Rechazo II "Terminada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora