Acepto tu Rechazo II "Terminada"

18.

En que momento he llegado a la habitación, no lo recuerdo, me he fundido en esos besos largos e interminables, que me han hecho perder la razón.

Daniel esta sobre mi, su pecho desnudo, sus músculos son anhelados por mis caricias, por mi toque.

Mis manos están hechas para disfrutar de cada centímetro de su piel. Quita mi camiseta rápidamente y se enzarza en una pelea con mi sostén, retiro sus manos y lo desabrochó. Si lo dejo un poco más a él, lo habría roto en mil pedazos...

Centra sus besos, sobre mi cuello para poco a poco ir descendiendo hacia mis pechos, acaricia los montículos ahora erectos, para después disfrutar de ellos, introduciéndose primero uno en su boca para después atacar el otro.

Su lengua hace que mi cuerpo se estremezca por el placer que está recibiendo, siento como mi sexo se contrae buscando desperadamente saciar la sed de él.

Agarró fuertemente su trasero y lo atraigo más hacia mí, sintiendo como su erección palpita sobre mi sexo. Separa su boca de mi pecho me dedica una sonrisa lujuriosa, mientras comienza a descender una cascada se besos sobre mi abdomen.

Desabrocha mis pantalones y los retira suavemente para después lanzarlos a algún rincón de la habitación. Traza círculos en mi clítoris sobre mi ropa interior, me remuevo y de mi boca comienzan a salir gemidos...

Quita de un solo movimiento mis braguitas, ya se lo que significa las ha roto, doy un pequeño gruñido. Que es aplacado por un intenso placer..

Su cabeza está sumergida en mi sexo, siendo devorado por sus labios, rastrillado por su lengua. Llevándome a alcanzar la cima del placer, mientras grito una y otra vez su nombre...

Desconozco el momento en que se ha despojado de la ropa que le restaba, Todavía estoy recuperando el aliento después de que mi cuerpo recibiera oleada, tras oleada tanto placer.

Se sitúa sobre mi y de una sola estocada me llena, no podiendo contener un grito en mi boca. Se queda quieto, pero si que comienza a devorar mi boca, con deseo y desesperación.

Muevo mis caderas buscando que el se mueva, mi cuerpo lo desea, lo necesita. De un segundo a otro su cuerpo comienza a bombear sobre el mío, primero lentamente para después aumentar el ritmo de cada una de sus embestidas.

- Más rápido, más rápido... Le digo notando como el nudo vuelve a crecer en mi interior.

El obecede mi petición, y varios segundos después me encuentro inmersa en el mayor de los placeres. Varias embestidas después noto como es el que llega a la cima de su placer, derramando en mi interior su esencia, llenando de calor mi cuerpo de nuevo.

Sale despacio de mi interior suavemente, se sitúa a un lado de mi cuerpo, para después dejar un beso sobre mi cabeza, mi nariz y por fin mi boca.

Mis ojos comienzan a cerrarse por el cansancio acumulado, él lo debe de notar y de un momento a otro me encuentro sobre sus brazos, en dirección hacia el baño.

Lo miro sorprendida y adormilada, el me dedica una sonrisa pícara para después decirme.

- Todavía no es hora de dormir, ahora vamos a por el segundo asalto.

De nuevo estoy en sus brazos, llena de caricias y de excitación pero esta vez una lluvia suave cae sobre mi cuerpo.

- Voy ha hacerte el amor, en cada uno de los lugares de la casa. Dice de nuevo haciendo que de mi boca salga un nuevo gemido...

Está amaneciendo, estoy agotada, creo que no podré levantarme de la cama en el todo el día, en cambio el está tan fresco. Estoy pensando que quizás lo ha hecho para que no tenga fuerzas ni para intentar levantarme de la cama.

Necesito dormir, mis ojos se cierran después de dormir pensare las cosas con calma. Daniel esta a a mi lado acariciando mi pelo.

Abro mis ojos, todo esta oscuro... Palpó la cama en busca de Daniel, no lo encuentro en la cama, que hora será? Pienso mientras me levanto torpemente y me dirijo al baño.

Después de hacer mis necesidades, busco mi móvil, cuando veo la pantalla me quedo estática!! Son las nueve de la noche...
He dormido todo el día.

Me pongo un pijama y bajo a la cocina, me preparo un sándwich y un vaso de jugo. No tardó nada en terminarlo, mi estómago aún ruje de hambre. Saco un poco de helado y unas galletas.

Cuando me siento saciada, recojo todo el estropicio que he causado. Lo limpio y salgo a buscar a Daniel por toda la casa.

No lo encuentro, donde se habrá metido? Vuelvo a la cocina, por inercia mi mirada se dirige hacia el frigorífico. Veo una nota amarilla en el centro.

Vaya!! Tenía tanta hambre que no siquiera me di cuenta antes de la nota. Me acerco al frigorífico, cojo la nota entre mis manos y la leo.

"Morena, han adelantado el viaje, si todo sale bien, volveré en tres días. Con amor Daniel."

Pd: no hagas ninguna locura...

Espero que estén bien, que no les pase nada,  me siento una inútil, no sé si podré aguantar estar todo el día encerrada en casa. Echo de menos a mis niños, a mis amigas...

Solo puedo esperar y tener paciencia. El problema es que yo de paciencia gasto poco!!

He pasado la noche viendo series en Netflix, no tenía nada de sueño y además estaba muy dispersa con el tema de los secuestros. Temo por Daniel, pero no solo por el también por Eva, por los niños..

La incertidumbre me está matando y aún faltan tres días para tener alguna novedad, no se como lo voy a soportar.

Se que me ha dicho que no salga, pero no me alejare, necesito que mi loba estire las patas y cace algo. La he estado notando inquieta desde hace unos días.

Cierro la casa dejo las llaves, debajo de una gran roca que hay en la entrada, me quito la ropa, para dejarla en la entrada.

Dejo salir a mi loba, es una gran loba negra de ojos rojos, ahora que lo pienso todavía no he visto al lobo de Daniel. Cuando regrese le pediré que me lo muestre.

Llegó al gran bosque que se extiende por todos lados, es interminable!! me embriaga el olor del bosque, nubla mis sentidos. Escucho el crujir de unas ramas.

Vuelvo mi cabeza, me coloco en posición de ataque, esperando que el dueño de ese ruido se muestre.

No consigo ver nada, pero hay algo raro, percibo un olor pero es muy tenue. Creo que mi olfato todavía no está del todos recuperado.

Un estruendo y un dolor punzante envuelve mi cuerpo, mi cuerpo vuelve a su estado normal. Antes de que mis ojos se cierren creo ver unos ojos diferentes, unos que te se clavan en el fondo del alma.