¿qué es esto?

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Le dolía la cabeza, no recordaba a ver tomando la noche anterior y ¿Por qué estaba manejando una bici? Tan desorientada estaba que perdió el equilibrio y callo, ahora su vista era borrosa hasta que nuevamente le colocaron sus lentes pero ¿Desde cuándo volvio a usar lentes? Pero sobre todo.

"¿Matías?" Pensó "¿Por qué está aquí? Y ¿Por qué parece un niño?" Movió su cabeza negando "esto solo es un sueño"

-¿Estás bien? ¿Te duele algo?

-si, no... No sé- simplemente no sabía que decir la situación era rara.

-no entiendo ¿Te sentís bien? ¿Cómo te llamas?- le pregunto mostrándole una sonrisa.

Todo aquello era raro y para comprobar si esto era realidad se pellizco la mano mientras que ganaba una mirada de extrañeza por parte de Matías.

-¡Ay!- no, para su preocupación no era un sueño.

"Bien, calma primero que nada hay que salir de esta situación"

-Estoy bien, no te preocupes y gracias-se levantó por si sola y sacudió su ropa. Pero cuando se disponía a irse él la paró.

-no me dijiste tu nombre.

Sin mirar atrás le respondió -Patricia.-tomó su bicicleta y siguió su camino.

Al llegar a su antigua casa se recostó en su cama y pensó.

"Lo último que recuerdo es que estaba con Bruno"

"¿Que pasó después?"

Flash-Back

Luego de minutos llorando o tal vez horas, ambos tomaron rumbo a su casa.

El clima había empeorado y la lluvia caía con más intensidad. Quien iba al volante era Bruno ya que su amiga no estaba en condiciones para hacerlo.

-perdón.

-¿Por qué?- la miro extrañado.

-te mojaste por mi culpa.

Se rió eso era tan insignificante para él y aún así ella se disculpaba.

-no es nada- tomó su mano- por lo contrario vos estás fría, te dije muchas veces que tenés que llevarte un abrigo-la regañó.

-me olvidé -se rió con él.

Patricia miro su sonrisa y se tranquilizó, hasta hace poco ambos lloraban como un par de magdalenas, pero ahora reían.

Se rió más fuerte - te ves fatal.

La miro de pies a cabeza y volvió a reírse -y vos estás horrenda.

- ya sé, pero no soy la única.- de repente miro nuevamente al frente y se molestó- cuidado con esta calle.

-¿que pasa? ¿Te molesto el comentario? Lo dije en joda- sentir que la había ofendido en un momento delicado lo hizo ponerse nervioso- digo te ves linda hasta cuándo lloras.

Una carcajada se escuchó- no me enoje solo ja, ja, ja- le costaba hablar por la risa- solo que en esta calle choque una vez ¿No te acordás?.

-mmm sí me acuerdo- volvió su vista al frente.

-me dijeron que son frecuentes los accidentes por acá, ah y vos también te ves lindo ja, ja, ja.

-¿Y ahora me lo decís nena?.

-ya estamos acá, concéntrate en manejar- miro por la ventana ocultando su risa- también que son todavía más frecuentes en los días lluviosos y ¿Si nos apuramos en salir de esta calle?- propuso.

-mira- apuntó al frente-¿ves el semáforo? Ahí doblamos y vamos por un camino más seguro.- ella asintió.

-¿Me das tu mano otra vez? Tengo frío.- recibió la mano extendida y noto algo raro.- Bruno tu mano está muy caliente- tocó su frente- ¡Estás ardiendo en fiebre! ¡Para! ¡Frena ahora!.

-estoy bien, no pasa nada.

- ¡no! ¡Bruno tenés fiebre! ¡No manejes más!

Entre tanto que discutían no se dieron cuenta que ya habían llegado al semáforo y que lo estaban cruzando en rojo, solo hasta que que escucharon un bocinazo.

-¡¡Bruno!!

-¡¡Patito!!

Algo los impacto y los arrastro un par de calles, cuando pensaron que su pesadilla había terminado fijaron su vista y notaron que se encontraban en la cima de una calle con bajada y aunque el camión había frenado, ellos siguieron su rumbo hacia abajo rondando el auto por todo el camino. Cristales rotos volaban a cualquier dirección.

Patricia casi no sentía su cuerpo y su vista era borrosa, pudo divisar a Bruno a su lado con vidrios clavados por todo su cuerpo y la sangre que caía ¿Al techo?habían volcado.

-Bru... Bru.. no- las palabras le costaban y se están quedando sin fuerza pues su condición era igual o peor que la de su amigo.

-Pa... Ti... To- extendió su mano y ella la tomó, pero cada vez sentía menos el pulso de él.

-bru... no... bru... no- todo se volvió borroso.

Fin del Flash-Back

-¡¡Bruno!! - sus cachetes estaban húmedos y su voz temblorosa.

"¿Fue un sueño?" "Se sintió tan real"

Miro a su alrededor "¿Dónde estoy?" Miro con miedo aquella pequeña habitación.

"¡Oh! ¡no!" Corrió al baño y confirmo lo que no quería.

Al mirarse al espejo solo encontró a su viejo yo, aquella pequeña niña a quien le faltaba mucho por vivir.

-si tan solo... No lo hubiera dejado mojarse... Si no hubiera llorado... Si no le hubiera dicho aquella noticia... Si Matías no me hubiera engañado...- miro su reflejo- estaba decidida a qué en esa vida nadie los iba a lastimar más. Tanto ella como Bruno vivirían una vida feliz.

***

Hoy era el día en que viajaban a Buenos Aires y también un comienzo para una mejor vida o por lo menos eso se iba intentar.

"Primero nada de inconvenientes en el tren" se aseguro de conseguir un sedante y que Bruni, su perrito, no le cause problemas.

"Segundo decirle a Leandro que es mi papá"

"Tercero juntar a mamá y papá"

"No hacerce amiga de Antonela"

"Cuarto no dejarse ilusionar por Matías"

"Quinto hacer todo lo posible por qué Bruno sea feliz"

A pesar de ya a ver experimentado una vida, sus pensamientos e ideas seguían siendo un tanto infantiles y puros.

-él es el único que estubo conmigo, se merece un final Hermoso, no como el que tuvimos - lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.

-¡Basta!, No es momento para esto- se reclamó secando sus lágrimas- desde hoy mi vida será buena.

Termino de esconder a un Bruni dormido en su mochila.

-ya vino Don Luis ¡Vamos! ¡Vamos!.- subió rápido sus bolsos y entraron a la camioneta.

"Hoy es el día en que cambia todo"

-toma hija guarda esto- le pasó una botella de agua.

-lo voy a tener a mano, tengo sed- tomo un sorbo.

Carmen sonrió y le acaricio la cabeza - todo va a estar bien hija.

Patricia esa noche no podía dormir, no por era el movimiento del tren o que Bruni se despertara, simplemente aunque planeo su vida lo que más quería era no volver a ver aquellas personas y sus líos en los que se vio involucrada, sentía mucha incomodidad de tan solo pensar en volver a Matías o Antonela.

Se levantó y miro por la ventana de el tren a un cielo nocturno lleno de estrellas y deseo con todo corazón volver a ver a Bruno y que ambos puedan ser felices.

segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora