Una corta amistad

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Cuando llegaron a la casa Leandro las detuvo antes de que se fueran a su cuarto.

—yo sé que ahora vas a trabajar en el buffet pero quisiera que patito se siguiera quedando en mi casa.

Carmen ya estaba por negar pero él la interrumpió.

—pensa que ella está delicada y si vive acá yo la puedo estar checando todos los días, es por su salud y si tiene otro desmayo la puedo llevar enseguida a mi clínica. Y si no querés que se quede sola conmigo vos también te podés quedar — le explicó él.

—sí, ma. Escucha a Leandro.

Su madre suspiro derrotada cedería solo por el bienestar de su hija.

—bueno, está bien, pero yo me voy a la academia, ya es suficiente que patito se quede.

—no te preocupes yo no tengo problema.

—sí, pero a Bianca no le va a gustar, gracias pero me quedo en la academia —sentencio y luego miro a su hija — de todas formas yo voy a venir todos los días a verte, pórtate bien ¿Sí?

Su hija asintió y así se las arreglo para poder seguir viviendo con su papá.

—ah, hay una buena noticia.

Patricia ya se imagina de que sería así que solo sonrió.

—¿Qué es? — preguntó Carmen.

—mi mamá Beco a patito así que mañana empezas el colegio, ¿Estás emocionada?

Cómo respuesta recibió un abrazo de su hija, Leandro se sintió muy feliz por eso, no sabía el por qué pero esa niña con lo poco que la conocía ya había obtenido un lugar en su corazón, a veces sentía como una familiaridad que lo obligaba a hacer lo posible para verla feliz.

—gracias Leandro.

Después de la charla tanto Carmen como Patricia subieron a su cuarto. Estaban cansadas y nuevamente patito le comenzaba a doler la cabeza, ciertamente si no fuera por qué le son útiles los recuerdos desearía que ya no le pasara, pero por ahora le venía bien.

"Osea ¿Pueden creer que llegó en el momento cuando Matías me iba a decir algo importante?"

"¿Vos de verdad crees que Matías está muerto con vos?"

"Chicas, Matías está al tope conmigo, no vieron como me mira esta hecho un tonto por mí"

Las voces molestas volvían a su cabeza pero esta vez no era algo que no sabía, por qué después de eso él le creía a Antonela y a ella la trataría horrible.

"No puedo creer como me equivoqué con vos"

Se río por la expresión tan asustada que tenía, verse desde los ojos de Matías la hizo sentirse todavía más patética pero así era ella a esa edad, todo giraba al rededor de él, pero ya no.

—hija, ¿Cómo me vas a asustar así? —su madre la miro preocupada y su voz hizo volver a patito al presente —esto que hiciste hoy no me lo hagas más.

Patricia no podía refutar nada así que prometió no volver hacerlo.

—mañana va a ser nuestro primer día, ¿Estás nerviosa?

—no, estoy contenta de poder ir.

En esa escuela tenía muchos recuerdos buenos y malos, había hecho amigos y le habían dado muchas oportunidades que le sirvieron en su futuro, todo su esfuerzo valía la pena y ella lo sabía, en el futuro sería alguien reconocida por todos aunque por el momento la tacharan de un pato feo.

segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora