¿Perdida?

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Cuando Patricia vió a Pía y a Catarina las saludó, y como estaba predicho la habían abandono en aquella tienda pero muy diferente a esa ocasión ella llevaba en su mochila tanto efectivo como la taza y por sobre todo sus recuerdos y conocimientos de su vida, por lo que conocía dónde estaba y adónde debería de ir.

Muy tranquila salió del shopping sin buscar a sus "amigas" así que tomo un taxi, le indicó la dirección de la clinica y marcharon rumbo allí.

Por su parte Antonela llamo a Leandro y fingiendo angustia le dijo hechos un tanto distorsionados. Al enterarse Carmen se alarmó y pidió a Bianca que la llevase, todo ocurrió como antes.

Al llegar a su destino Patricia bajo de aquel auto extrañando que alguien le abriese la puerta, miro al frente y contemplo un edificio blanco de buen aspecto, camino hasta la entrada y para su agrado un empleado la recibió abriéndole la puerta algo que la alegro.

"Que caballero".

-muchas gracias - le sonrió.

Después de esperar en el pasillo por unos minutos un médico salió a recibirla.

-muy bien niña, puede pasar.

-gracias.

-toma asiento, según los datos de recepción ¿Usted pidió una prueba de paternidad?

-sí, así es.

-¿trajo alguna muestra para los análisis?

-acá está la mía- saco de su mochila un sobre con un mechón de su cabello- y está es la de mi padre- dejo la taza en la mesa- él aún no lo sabe, por lo que preferí hacerlo yo sola.

-pero si sabe que es su padre ¿Por qué la prueba?

-es evidencia y no es exactamente para convencerlo a él sino a su esposa, pasa que ella no me quiere y no cree que soy su hija - Patricia comenzó a llorar por las punzadas en la cien y las náuseas, ganándose así la lastima y empatía del doctor.

Nuevamente la cabeza le daba vueltas y venía e iban los recuerdos de como Bianca se ponía una máscara roja y la buscaba para asustarla.

"¡Valla! Parece que no mentí" pensó para sí.

-ya no llores -le da pequeñas palmadas en su hombro- voy a encargarme personalmente de que tengas los resultados lo más rápido posible - la ánimo.

-muchas gracias - le sonrió aún con lágrimas.

-bueno, ya es hora de irme- se paró de su asiento y lo saludó.

¿Qué eran los recuerdo ajenos?¿Por qué no la dejaban tranquila? No hacía falta ver cómo planeaban intimidarla ella ya se lo imaginaba.

Tomo nuevamente un taxi y fue a su casa. Ya no había tiempo de tomar un bus y que Leandro la encontrará, solo se preocuparía en llegar rápido y poder contactarlos cuanto antes ya que actualmente no disponía de un celular.

Patricia se recalcaba si todo lo que hacía y está por hacer era una buena idea.

"Me sigue asustando el hecho de cambiar totalmente el futuro, no sé a qué grado puedo cambiar las cosas"

"y si en vez de mi ¿Muere alguien más?"

"¡No! Nadie morirá"

Negó con la cabeza.

" me voy a encargar de eso" "de mi depende que todos seamos felices" en su rostro se formó una sonrisa.

Miro desde la ventana del taxi a los autos que iban y venían eso la ayudaba a distraerse del dolor que no la dejaba.

Una vez en casa y avisado a todos de su llegada sana y salva, comenzaron a llegar tanto su madre, su padre, Bianca, como sus amigas y Antonela.

Carmen ni bien terminaba de abrir la puerta que entro bruscamente y corrió para abrazar a su hija.

-¿Estás bien?¿Te asustaste? - su preocupación de perderla era mucha y el miedo la había atormentado toda esa hora.

Patricia le correspondió el abrazo y le dió palmadas hasta tranquilizarla.

-estoy bien mamá y no me pasó nada.

-¿segura? - a lo que su hija asiente.

Antonela sutilmente se acercó a ambas - Patito ¿Cómo hiciste para perderte?Me tenías muy preocupada - intento abrazarla pero Patricia la esquivo.

-yo no me perdí, ¿Por qué me abandonaste? - ya no iba a explicar las cosas así que la atacaría con más preguntás.

-¡ah! Es que justo había salido con las chicas a mirar algo a fuera y cuando volvimos ya no estabas.

-ajá, ¿me fueron a buscar en veinte minutos?.

-¿Qué? - su expresión de confíanza cambio a una de dudas.

-sí, obviamente las espere en la tienda.

-bueno Pero ... ¿Por qué no nos buscaste?- intento tirar la pelotita.

-obvio que también las busque, ¿Acaso tenés problemas auditivos?- Antonela la miro seria - digo... Ya que no escuchaste que las llame desde recepción donde dijeron sus nombres desde los parlantes.

-Patito no se por que estás dudando de mí -comento ofendida.

-yo soy la que se perdió, ¿Sabes? Estube más de una hora buscándolas, el lugar tampoco es tan grande ¿Me vas a decir que no me vieron o que buscando no me encontraron? - Antonela no supo que responder, las miradas de todos estaban sobre ella.

-bueno esta bien chicas, no tienen que discutir ahora lo importante es vos apareciste - le sonrió Bianca.

-claro es fácil decirlo cuando vos no te perdiste - la sonrisa que llevaba se borró- pero bueno no importa son bromas de chicas - Patricia hablo alegre - estoy dispuesta a perdonarte y olvidar esto si te disculpas o-tra-vez - hizo enfasis para avergonzar a ambas.

-¡pero claro! si todo es una pabada- Bianca río nerviosa ya que Leandro no dejaba de mirarla - mi Antonela se va a disculpar - afirmó mientras empujaba a su hija, y está era un caos nunca habían perdido una discusión pero no le quedaba más que hacer lo que le pedían.

-Disculpame Patito ¿Todo bien?

-¡pero claro!- Patricia se abalanzó hacia Antonela y la abrazó.

"No podemos ser más falsas"

-que bueno hermosa, que suerte que estés bien ¡Vamos Anto!- arrastro a su hija a la salida, ya había pasado mucha vergüenza por su culpa.

Al cerrarse la puerta Patricia suspiro de alivio ya no volvería a aguantarlas por lo menos por el resto del día.

-mami, quiero ir a ver a Bruni.

-te acompañamos ¿Querés?- le propuso José.

-dale.

-sí, vallan y relájense -les gritó Carmen más aliviada mientras se iban.

segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora