pizza en casa

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— no, no me digas.

—¿Eh? ¿Que pasa?.— lo miro y luego fijo sus ojos en el collar que traía puesto. Se había olvidado que en esa edad nunca se lo sacaba.

"¿Por qué me lo puse? ¡No le hubiera hecho caso a mamá!"

"¿Y así le dije a papá que era de River? ¡¡Que vergüenza!!"

—¿Sos hincha de boca?— se veía emocionado.

—ah, sí, sí —mintió — ¿Vos también?—ya sabía que si pero de igual manera preguntó.

—claro que sí, yo voy todos los domingos a la cancha.

—¡ah! que bueno, yo hasta ahora no la pude ver.

—bueno, yo mañana voy a la cancha ¿Si querés te puedo llevar?

"¿Par qué hablé?"

—dudo que me dejen ir, pero no pierdo  nada intentarlo —"solo un poco de mi tiempo" — te confirmo mañana ¿querés?

—sí, buenísimo, de verdad me gustaría mucho que vallas.

—¡Patito a comer! ¡Ya está la pizza!— gritó Carmen desde la cosina.

—¡Ya voy! — le respondió desde allí.

— ¿Pizza? ¿Yo escuché pizza?

—sí, ¿Querés? Yo te invito — esto fue por pura cortesía y además le convenía estar en buenos términos con Matías por lo menos por ahora. Además de todas formas habría personas en su casa, una más o una menos no hacía diferencia.

—dale, como quieras.

—hola — se acercó José junto a Tamara y sol a saludar.

—hola — le devolvió el saludo Patricia.

—hola chicas.

—che, ¿Qué raro que no estás con los chicos? ¿Vas a hacer algo está noche?— le preguntó Sol a Matías.

—Patito me invitó a comer pizza — Matías la miro y le sonrió, en otro tiempo esa sonrisa la hubiera dejado muerta, pero ahora se sentía bastante incomoda.

—¡Ah! Que moderno la chica invita al chico —soltó su hermana molestandolo.

—Tambien las invito a ustedes ¿Quieren?

—dale ¡vamos!

—¡Si!

—¡Dale!

Patricia guiaba a todos a su casa cuando se choca con Facundo.

—¡ey! ¿a dónde van? ¿Qué planean hoy?

—vamos a comer pizza a la casa de Patito — le responde Matías.

—¿Te sumas? Mira que la pizza de mi mamá es la más rica— le sonrió.

—¡ah! ¿si? ¡Uh! ¡Que lastima! Pero ya arreglé para ir a bailar ¿Mati no venís?— miro a su amigo.

—emm no.

—bueno vamos — apuro ya que se sentía incomoda y un tanto cansada, tal vez no estaba muy lejos de sus dolores de cabeza.

—chau — le saludaron y pasaron a su lado, dejando a un desconcertado Facundo.

***

— ¿Así que se quedan a comer todos? bueno, menos mal que hice varias pizzas.

—¿Dónde comen dos comen tres?— soltó irónica de que fue lo mismo que había dicho en el pasado.

—igual, somos cinco.

Risas se escucharon en la cosina.

—bueno, espero que les guste por qué me encanta tener invitados.

¡TIN!

¡TON!

—voy yo — corrió con ganas pues ya sabía que del otro lado de la puerta la esperaba una rica torta... Y Santiago.

Al abrir como antes, se le puso el dulce casi en la cara.

—¿Y qué onda? ¿Te gusta? La hice para vos.

—¡¿Para mí?!

—sí, espero que te guste.

—muchas gracias —  sonríe— ¿Querés venir? Estamos comiendo pizza.

—dale, dale me encantó la idea.

—¡barbaro! ¡Pasa! — lo hizo entrar — yo te guío — se dispuso a caminar.

—y decime una cosa Patito ¿Estamos solos? —pero al abrir la puerta y ver la multitud de amigos contesto su pregunta — ah, veo que no.

—¡Miren postre!

—ah, mira que bueno, un aplauso para Santiago.

Pusieron la mesa y probaron la cena, para luego invadir la cosina de cumplidos hacia Carmen por la exquisita pizza. En eso el celular de José sonó y pregunta si podía ir Alan.

—Sí, me da pena que sea una cena muy informal pero si lo querés presentar.

José solo río y volvió a su celular a dar la dirección.

—che, a ver si dejan algo para él por qué se están comiendo todo — comentó sarcástico Matías.

—la verdad que, con lo rico que está.

Patricia no dijo nada, realmente no tenía ganas y la cabeza le comenzaba a molestar, a lo que solo sonrió forzadamente.

— las pizzas que hace Carmen y la buena onda de Patito, es una lastima que solo están de pasada.

—¡No! — gritó Santiago —¡no! Me manche — se corrigió.

—en realidad eso dijimos para que Antonela y Bianca no hagan un escándalo por quedarnos a vivir acá pero la cosa es que soy familia de Leandro — miro a su madre para que le siguiera el juego.

—¿Y por qué no decirle? — pregunto extraño Matías — ¿Qué relación tienen?¿Sos hija de Leandro?

— ¡No! Claro que no — todos comenzaron a poner atención a Carmen— es su familia ¡sí! Ahora de ser su hija no es su hija si no la familia de Leandro y ¿cómo? Es hija de un primo lejano de él, por qué si fuera su hija sería hija de los dos y Leandro y yo ¡no! — intento explicar nerviosa.

—él lo quiere mantener así por ahora — los miro a todos — que esto quede entre nosotros — Patricia llevo su índice a sus labios en señal de silencio.

— muere acá — respondieron todos.

Ya dejando el ambiente serio que se rompió con la llegada de Alan.

—Ustedes están preocupados por el tema que tienen que presentar en el Cole ¿No? —preguntó Alan.

Las chicas afirmaron.

—yo compuse el tema — sonrió victorioso.

—¡ah! Sos un divino —soltó su novia.

—sos un genio — felicito Santiago.

—pero no tengo la letra.

***

Después de la rica cena los chicos estaban más que satisfechos, Alan ya había llegado por lo que Patito acompaño a Matías a la puerta, y así como sucedió en el pasado él le reitero la invitación.

Patricia se sintió incómoda e iba a rechazar su invitación ahora que podía, a demás sabía que mañana Antonela la molestaria arruinando sus planes, pero también era la oportunidad perfecta para pasar por sus resultados. Si es que estaban, claro.

—sí, obvio — le respondió con una sonrisa —mañana sin falta voy a la cancha con vos.

Matías se fue alegre con su respuesta, le agradaba mucho y tenía la intención de mostrarle los mejores lugares.

Al cerrar la puerta Patito borró de inmediato su sonrisa.

Aún quedaba un conflicto más por evitar o aprovechar...

segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora