36. Dame tiempo

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El trébol de oro se encontraba en la capital y era la segunda empresa más poderosa a nivel nacional después de Consumo, esta estaba progresando de manera vertiginosa que devoraba a las compañías más pequeñas, su presidente era una persona, de acuerdo a los comentarios muy sagaz para los negocios.

Francisco era gerente y administrador en el  emporio El trébol de oro, sentado en la mesa de la oficina de él miraba de manera pensativo el rostro de su amigo.

Su amigo que era tan audaz, seguro de sí mismo, le estaba viendo una faceta que antes no se hubiera imagino verla en él. Indeciso de hacer algo, que llevaba planeando por mucho tiempo. La ruina de Consumo y de Ana María Lozada.

Anderson ¿Qué vamos hacer? __ preguntaba francisco.

Él lanza un suspiro largo __ ¡No sé! __ guardo silencio mientras pensaba __ ya no quiero hacerlo, no quiero hacerle daño.

¿Te enamoraste de ella? __ le recrimino.

¡No sé! __ Comento angustiado __ solo sé que la necesito, no me gusta verla triste, me duele__ suspiro y levantando la copa que tenía al frente la tomo de un solo trago __ ¡Sí! La amo__ confeso cansado.

Pero que le vas a decir a Eleonora, ella siempre te condujo por ese camino__ le recordaba.

¡No sé! __ respondió apesadumbrado__ ya veré como encaro a la dama__ tomo otro trago.

Amigo, recuerda que siempre puedes contar conmigo, si realmente la amas, pues no le hagas daño, después miramos como solucionamos lo de la dama__ le alentaba.

Él con una sonrisa triste le miro,  se acomodó en la silla, y comenzaron a trabajar sobre los documentos que estaba realizando de la empresa.

En esos momentos se presentó la secretaria de Francisco__ perdón señor la señorita Dayana Morales__ al ver la sorpresa de Francisco continua ___ para la entrevista de asistente señor__ sonrió al ver la expresión de su jefe, ya lo había olvidado.

Entro una rubia despampanante, con ojos azules, muy esbelta, de hermosa apariencia.

Anderson se levantó __ bueno te dejo para que hagas tu entrevista__ se despidió __ nos vemos mañana, en el club.

Dayana no pudo disimular que le gusto lo sus ojos vieron y lo siguió con la mirada hasta que él cerró la puerta.

Anderson llego a la mansión como a las seis de la tarde con unos tragos encima y subió a la recamara donde se encontraba Mary, ella lo esperaba con una cara de enigmática, había planificado un sin números de preguntas que le formularia  para poder saber lo que realmente él quería de Ana María.

Él se detuvo en la puerta, la miro pensativo y en esos momentos  sonó el teléfono, ella lo miro y su expresión fue de alegría, él la observaba.

¡Alex!__ contesto emocionada, olvidándose que él estaba allí.

Amiga ¡Perdóname por incumplida! __ Le dijo Alex.

Alex, no importa, yo te perdono ¿Cuándo nos vemos?__ decía emocionada, sus ojos brillaban de la emoción __ ¿Mañana? ¡Si no hay problema! __ Respiro alegre __ si yo también te amo, me haces mucha falta.

El rostro de Anderson se ensombreció, su mandíbula apretada daba la sensación de que en cualquier momento explotaría.

Yo deseaba hablar contigo __ dijo Mary con expresión dura, para él no había sonrisa __ ¿Por qué te querías encontrar  con Ana María? ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones? __ preguntaba sin preámbulo.

¿Quién es Alex? __ le pregunto encolerizado.

Contéstame primero__ dijo Mary subiendo el volumen de su voz.

¡No, quiero responderte! __ dijo malhumorado mientras caminada al baño__ ¿Quién es Alex? Volvió a preguntar.

Si no me quieres responder entonces yo tampoco__ dijo saliendo de la habitación.

¡Ana María! __ grito enfurecido

Mary sintió como si esas palabras taladraran su corazón. Decidió irse a su oficina a quedarse a trabajar.

Te odio, pero te amo amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora