yuzuha shiba

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Este One Shot va dedicado para todas las personas cómo yo; personas que siguen teniendo miedo de decir quiénes son o a quien aman por miedo a la reacción de la gente, específicamente sus padres.

"Mi chica"

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"Mi chica"

Amigas, simplemente amigas. Eso decían ser las dos adolescentes.

Claro que nadie sabía que al cerrar la puerta de la habitación se amaban con cada parte de su alma.

Para ellas no estaba mal, pero para sus familias (específicamente Taiju y los padres de la otra fémina) eso era un pecado. ¿Dos mujeres siendo pareja? De ninguna puta manera iban a permitirlo.

La bonita chica con sueños quebrados a pedazos por su hermano mayor se despertó con lagañas en los ojos. Otra vez había estado llorando. Le frustraba tener que ocultar su verdadero yo, le frustraba y mucho, pero era la única manera de ser relativamente feliz con quien amaba.

Se levantó tallando sus ojos y giró la cabeza al oír el tono de su celular sonar.

—¿Hola?

—Hola, cariño. —su novia se oía triste.

—¿Estás bien?

—Pasó algo. Mis padres vieron un comercial donde salían dos chicas besándose. —hizo una pausa y moqueó. —Mientras yo imaginaba que esas podíamos ser nosotras, ellos hicieron comentarios horribles, y yo... me siento muy mal. Cada vez tengo más miedo. Me siento en una maldita celda. Siempre que trato de iniciar ese tema de conversación para abrirles la mente ellos me callan y me dicen que no es natural.

Yuzuha dejó salir una lágrima sintiéndose identificada. Reprimió sus ganas de echarse a llorar. Tenía que ser fuerte.

—No estés triste. Algún día tú y yo seremos muy felices juntas, ¿De acuerdo? —apretó sus labios.

—Eso espero. —suspiró.

—¿Quieres venir? —preguntó la joven Shiba.

—Sí. Necesito verte. —la fémina al otro lado del teléfono tenía los ojos brillantes ante su idea.

—¿Pijamada?

—Pijamada.

...

Hakkai Shiba se encontraba dormido en medio del sillón. Las chicas, una en cada extremo, lo miraban divertidas.

El de cabellos azules en serio pensaba que sólo eran amigas, ninguna de las adolescentes se lo había aclarado. No era que no le tuvieran confianza pero tenían miedo que Taiju sospechara y le sacara la información a golpes, así que preferían protegerlo de eso.

—Vamos a mi cuarto. —Yuzuha apagó la televisión dando una pequeña risita al ver a su hermano ahí.

Ambas caminaron tomadas de la mano, sintiéndose algo libres. No había nadie que pudiera observarlas a media noche.

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