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keisuke baji

卍

"Año nuevo"

1 de Enero de 2005.

Los adolescentes se dirigían en motocicleta a toda velocidad, su destino era la playa. Eran alrededor de las 4 de la madrugada.

Mientras los chicos estaban hablando sobre cómo la ToMan se hacía cada vez más grande, la única chica en ese grupo iba en la parte de atrás con Mikey al lado suyo.

—¿Pelearon, no es cierto? —preguntó el rubio con la mirada tranquila.

Ella de inmediato se tensó bajando la velocidad de su motocicleta.

—No...

—Dime la verdad, niña. —suspiró
—Baji sabe disimularlo, pero tú eres muy obvia. ¿Por qué pelearon?

Se quedó callada por unos segundos. —No quiere que esté en la ToMan. —murmuró lo suficientemente alto para que Mikey oyera y frunciera el ceño.

—¿Te dijo porqué?

—No. —su mirada triste se alzó al cielo.

—Lo resolverán, estoy seguro de eso, ¿Sabes por qué? Porque son el uno para el otro. —sonrió. —Ahora deja de estar triste, mocosa. Es año nuevo y estamos a punto de ver el primer amanecer del 2005. Nos lo perderemos si no nos apuramos. ¡Andando! —animó acelerando. —Se nos hará tarde. Vamos ¿Son tortugas? —preguntó arrebasando a todos.

Al llegar a la playa, la fémina sintió el viento elevar sus cabellos. Hacía frío y ella no llevaba abrigo, lo único que la cubría era su uniforme.

—¡Estamos aquí! —Draken miró el cielo emocionado.

—Las estrellas se ven geniales. —susurró Baji viendo de reojo a su novia. Ella las admiró, sus ojos brillaron aunque seguía teniendo una mueca seria. —Hace frío. —sintió sus dedos helarse mientras temblaba. Miró a la fémina con una expresión triste ante su nula respuesta y luego se giró.
—Chifuyu. Hakkai. Vayan a comprar algo caliente a la tienda que está allá. —señaló. Los chicos obedecieron.

—Tengo mucho frío. —Smiley junto con Pah-Chin y Pehyan se quejaron.

—Hay que correr. —sugirió Draken empezando a mover rápidamente las piernas.

Todos lo siguieron corriendo de un lado a otro.

La chica solo miró como sus amigos reían y se sentó en el suelo abrazándose a sí misma. Sus piernas temblaban y ella solo miraba a la arena. No quería ser una aguafiestas, pero se sentía tan desanimada que simplemente no podía fingir estar feliz.

De repente, sintió como alguien la tomaba entre sus brazos y comenzaba a correr.

—Baji, ¿Qué haces? —preguntó sorprendida sujetándose de su cuello.

—No te soltaré hasta que arreglemos las cosas. —sentenció mientras seguía corriendo.
—Tampoco dejaré que te quedes ahí, hace frío.

Ella solo lo miró con confusión.

—Baji...

—Escucha. Yo sé que fui un cretino. Lo lamento. —suspiró. —Te dije que eras débil y que no pertenecías a la ToMan. —tragó saliva. —Fui cruel y mentí.

Los ojos de la fémina se cristalizaron viendo el bonito rostro de Keisuke Baji. —Eso me dolió.

—Lo sé y lo siento. Perdóname por favor. —la miró fijamente. —Lo dije porque quiero protegerte. Sé que eres una de las más fuertes, pero...

—Baji, sabes que no necesit-

—Dejame terminar por favor. —dio una risita agitada por el movimiento. —Lo dije porque si por alguna razón te pasara algo, yo me muero. Me muero si tú no estás. —sus ojos se conectaron. Un sonrojo apareció en el rostro de la fémina.

—No digas eso, Keisuke. —pidió con un hilo de voz.

—Es la verdad ¿Crees que te lo diría si fuera mentira? Eres la única persona a la que he amado así. —sonrió. —Eres la única en mi corazón. —dio un beso en su frente.

Al no estar viendo para enfrente, ambos cayeron a la arena. Se rieron con dolor. Baji se acercó a rastras a la chica ayudándola a pararse.
—¿Estás bien? —ella asintió mientras tomaba sus manos.

—Estamos bien. —sentenció tomando sus mejillas. —Te amo. —susurró antes de unir sus labios.

Las estrellas se fueron, pero sólo de su vista ya que siempre estarían ahí, justo como el amor que ambos sentían entre sí.

El sol apareció lentamente, sus primeros rayos iluminaron los rostros de los adolescentes besándose. Baji sostenía con firmeza su cintura paseándose por sus labios con lentitud y suavidad, adjetivos que describían perfectamente su relación.

—No sé si ya lo sabes, pero tengo la necesidad de avisarte... —pasó un mechón de cabello por detrás de la oreja femenina. —me casaré contigo algún día.

La chica lo miró y un sentimiento fuerte la recorrió. No era frío, sino cariño. Cariño que solo le entregaba a ese chico de cabellos negros. Ella sonrió cerca de su rostro. —Esperaré ese día con ansias.

卍

nota de la autora♡: todos los drabbles son espontáneos ajsjs, nunca he planeado uno. Solo surgen mientras escucho música y siento bonito porque que son escenarios ficticios que me creo con los personajes en mi mente.