ken ryuguji (draken) (+18)

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ADVERTENCIA: Este One Shot tiene contenido sexual. Una aclaración, no porque no se mencione el condón en los one shots significa que no lo usaron. No me gusta ser repetitiva, así que a veces no lo pongo. No quiero rayitas embarazadas a menos que lo mencione en la trama. Usen condón, tkm.

 Usen condón, tkm

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"Celos"

Las luces de colores iluminaban el rostro de Draken. Tenía el ceño fruncido mientras daba sorbos a su vaso rojo.

¿Cuál podía ser la razón para que él dejara de disimular sus sentimientos y expresará todo el enojo que sentía?

Bueno, todo era culpa de la chica con vestido gris que bailaba sensualmente. Aunque lo hacía sola, Draken no podía evitar enojarse. Claro que era libre de hacer lo que le diera su jodida gana, pero le hervía la sangre que la gente en la fiesta, especialmente sus amigos de la ToMan vieran sus movimientos totalmente extasiados.

—¿Qué tanto ves, maldito cabeza de algodón de azúcar? —le preguntó entredientes a Smiley.

—¡Déjame ser! —dio una risita. —________ se ve tan sensual. —Suspiró y Draken le dio un zape. —¿Qué? es la verdad. —se alzó de hombros.

—Pues no quiero oír tus verdades. —caminó lejos de él para recargarse contra la pared mientras seguía viéndola.

La chica había sido su amor platónico desde que la vio lanzarse contra unos pandilleros mucho más grandes que ella para defender a Mikey. Habían pasado unos años de eso y al paso del tiempo a él le gustaba más y más. No podía negar lo que había dicho Smiley, se veía hermosa, a sus ojos y a los de cualquier invitado a esa fiesta en casa de Takemichi.

Repentinamente, vio como Mucho se le acercaba, tomándola por las caderas. Ella primero se extrañó, pero se dejó llevar por la canción que estaba en ese momento "Salió el sol" de Don Omar. La adolescente disfrutaba del ritmo moviendo su cintura y pegándose contra el chico que estaba detrás suyo. Alzó sus brazos dejando que el rubio recorriera su cuerpo con sus grandes manos.

Draken frunció más el ceño (si era posible) apretando el vaso rojo, rompiéndolo y dejando caer el líquido al suelo.

—Oye, amigo. Deberías calmarte. —aconsejó Mitsuya.

—No me digas que hacer. —respondió y después se dirigió hacia la chica que seguía pegada a Mucho. La tomó del brazo sin lastimarla y la separó del muchacho llevándosela de la mano con semblante serio.

—¿Qué mierda? —Mucho se quejó quedando solo en la pista de baile improvisada que estaba en la sala de los Hanagaki.

Draken metió a la chica al baño de un jalón y cerró la puerta.

—¿Qué sucede? —preguntó inocentemente. Draken pudo notar sus labios pintados de rojo y su corazón latió cada vez más. —Si querías bailar conmigo solo tenías que pedírmelo. —bromeó.

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