El príncipe Jin es una persona estratega en la percepción de un idiota, pero esto no evita que tenga poder en masa y por esto le dice a Lord Zhou uno de sus planes maestros donde el es el protagonista.
La dama del Valle de los fantasmas, se encuentr...
Los agudos sentidos del general de Tianchuang reaccionaron al instante y se levantó ayudando a incorporar al joven que yacía adolorido. Antes de si quiera poder recibir la poca agua de que el otro le ofrecía, Wen Ke Xing dijo: "Por favor, no quiero que me vean así. Sácalas de aquí". Esquivaba los ojos de Lord Zhou; sin más remedio que concederle su deseo, saco a las tres mujeres recostándolas en otra instancia del departamento de infieles.
"Aquí. Bebe" Susurró aquellas palabras y dirigió el recipiente a los pálidos y magullados labios de Wen Ke Xing. El había visto antes como el maestro del valle agarraba una daga y hacía pequeñas pero dolorosas heridas en estos. Debían arder como el infierno.
Nunca antes se había fijado en sus labios y fue de lo que más se arrepintió Zhou Zi Shu de no haber hecho antes. Él no era alguien que se fijaran en los detalles de las personas que pasaban por su vida, no por lo menos hasta que estas hayan sufrido algún tipo de daño. Un sentimiento de dolor inundó el corazón que creía vacío, pero que cerca de este joven Wen tambaleaba un poco.
Tenía muchas ganas de consolarlo, de acariciarlo y decirle que todo estaría bien, pero no había hablado con el más que un par de veces y...
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Fue tan repentino que para los dos ponerlo en palabras y en hechos era discordante ¿En qué estaba pensando? ¿Besar a alguien que acababa de ser torturado? ¿Alguien con el que solo pudo tener un intercambio de palabras en una ocasión? ¿Un desconocido? !Y precisamente el hermano de su prometida!
El toque de sus labios no fue más que un fino beso tímido y sincero, que demostraba las ganas del general de transmitirle una ternura desconocida para el joven fantasmal.
Wen Ke Xing solo lo miraba esos ojos ajenos con un semblante de confusión ¿Qué hacía el prometido de su hermana besándolo? Fue lo primero que pensó, para después tomar otro sorbo de agua y decir: "Supongo que las técnicas curativas de Tianchuang son algo... extravagantes ¿no es así? Mis labios se sienten mejor" No encontró otra manera de escapar de la incomodidad que le causaba que una persona como la que había conocido hace días en un cuarto tomando y riendo ya no lo considerara como un viejo amigo, sino como un...
Lord Zhou por primera vez en mucho tiempo sentía la necesidad de huir, su cara para enfrentar los problemas llegaba hasta cierto limite en especifico y esto iba más allá, mucho más. El pasó toda su vida siendo un hombre de gran estatus solicitado por montón en el campo de las bellezas femeninas que caían derretidas ante sus pies, eran solo citas y encuentros que no tenían más trascendencia que el de compartir besos, caricias, más besos y más caricias y en aumento a medida que las horas pasaban. Es más, aun recuerda su juventud cuando junto con el príncipe Yi iban y salían por Da Qing para disfrutar de todas las atracciones y de todas las damas que se acercaban a ellos, así que ahora ¿cómo esto pasaba?
No podía retirarse del cuarto, no podía irse ya que estaba frente a alguien que lo más probable era que sus dos piernas fueran iguales que las finas ramas de un árbol seco, en cualquier momento podrían desprenderse de su cuerpo. Necesitaba atención, alguien que le brindara medicina, comida, agua y soporte por unas cuantas horas hasta que los demás despertaran.
