Descansa y ataca

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A la mañana siguiente, Gu Xiang despertaba con algo de malestar, seguro se trataba de no estar en casa ya que era extraño no despertar con Jiu JieJie acariciando su cabeza, pero entonces ¿Qué sentía en este momento sobre su frente? Sin duda no era la fría mano de su hermano, así que se levanto sentándose en la cama de un sobresalto dejando caer en su regazo una toalla húmeda la cual agarro con extrañeza.

"Buenos días, señorita Gu" Una voz dulce y amable atravesaba los tímpanos de la muchacha dándole una sensación que hacía que los latidos de su corazón desaceleraran después del susto y luego extrañamente volvieron a acelerarse por el bello rostro que la saludaba.

Desde la primera impresión de Gu Xiang, este hombre no se veía como un mezquino ni se sentía como uno en absoluto. Su gongfu era bastante bueno, digno para pelearse con el todos los días sin parar ni un segundo, cosa que hacía que sus ojos brillarán ante tal posibilidad. Su porte era recto e inexpresivo y en su voz era donde ubicabas su educación, llegando hasta suponer que era alguien erudito si mirabas con detalle su vocabulario; sin embargo, esta pequeña no lo analizaría de tal forma ¿si quiera sabía lo que quería decir la palabra erudito? Desde su punto de vista, se guiaba por el calor que el transmitía, lo cual le indicaba su ser verdadero, un caballero amable y de ensueño. No confiaba en el, pero al parecer habían reacciones en si misma que no podían controlarse y que subían o bajaban su intensidad disimulada e inconscientemente.

"¿Qué haces aquí?" Su ceño se frunció nuevamente hasta que Zhou Zi Shu soltó una pequeña risa debido a su actitud tan exagerada e infantil.

"He venido a ver a la señorita cuando sentí de su cuerpo emanar un calor extraño. Al parecer ha enfermado" Tomando de nuevo la toalla de su regazo, la enrollo un poco y la sumergió en el agua que había preparado para de ese modo volver a aplicársela. Por un momento, una chica que venía de un ambiente hostil y de mala muerte solo se alejo pocos centímetros, indecisa de si dejarse tocar era una buena o mala idea, pero era el cerebro de su Gege quien pensaba más rápido que el suyo propio fue quien impuso su decisión.

"¡Gege!" Exclamo contenta y dispuesta a levantarse retirando sus cobijas, pero el otro la agarro de un hombro para recostarla. La otra mano se hallaba en el brazo del general de Tianchuang. Wen Ke Xing sentía esa muñeca cediendo ante su toque a modo de manifestar que no buscaba pelea a esas horas de la mañana.

El chico del valle podía admirar muchas cosas de esta persona, pero no por eso permitiría que, como dijo antes, este hombre se metiera en sus asuntos, sabiendo sobre todo que era alguien que también se hallaba en una situación forzada y para nada complaciente.

"Ah Xiang, descansa. Dame eso" Le quito el paño de sus manos para regresarlo a su frente. Se apenó por un momento de que su hermano tratara así al Lord frente a ellos.

Finalmente, Zhou Zi Shu se retiró luego de recibir una negativa cuando pregunto si deseaban que viniera el medico real. Dejo el cuarto algo preocupado por la niña que quizá había escogido el peor momento para enfermarse: se empezó a preparar para las insinuaciones del príncipe Yi ante su actual debilidad de la que seguro ya estaba informado.

Yendo directo al campo de entrenamiento esperando ver a sus soldados, vio también al viejo fantasma caminando por en medio de ellos con una mirada de caza. Zhou Zi Shu se sintió algo extrañado por las acciones de ese tipo, pero lo dejo durante un rato para no buscarse problemas. Todo iba bien hasta que este ataco a uno de los aprendices para probar su autodefensa.

Claro, este no iba a defenderse. El maestro del valle de los fantasmas era el invitado más especial que alguna vez Tianchuang había recibido, el levantarle la mano sería una ofensa tan grande que si matabas a quien lo hacía nadie te miraría con malos ojos. Con una mueca de asco, escupió a la cara del guardia indefenso quien intentaba ocultar las verdaderas emociones de su corazón ahora humillado y resentido.

EL HERMANO DE GU XIANG - WenZhouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora