Una sutil corriente de aire con aroma a campo la despierta. Se sentía cansada, como si hubiera despertado tras una terrible pesadilla. Gira su mirada hacia sus muslos donde descansaba la cabeza de Lukas, era como ver a un dulce bebé dormir.
-Lukas, despierta.- Dijo mientras tocaba a su compañero para despertarlo.
Lukas abrió los ojos y quedo paralizado con las dos esmeraldas brillantes que lo miraban con cariño.
A pesar de las manchas de sangre y ceniza, su rostro seguía siendo el de una hermosa joven.-¿Dónde estamos?- Preguntó él.
-Cuando te descubrí estabas herido, logre atenderte la herida pero cuando me disponía a salir, tres de esas criaturas irrumpieron en la iglesia. Para suerte nuestra tras el terremoto y la fuerte explosión, se originó una abertura por la cual pude escapar contigo.- Dijo Susan poniéndose en pie.
-Dios,... entonces no fue un mal sueño. Suerte que logramos salir con vida. Muchas gracias, no se que sería de mí, posiblemente me encontraría en el estómago de algún monstruo.- Dijo mientras se ponía en pie con trabajo, pues aún le dolía la herida.
Susan lo agarra por el brazo y le ayuda. Era un día soleado, se encontraban bajo la sombra de un abedul. Un silencio incómodo reinaba, parecía como si todos los animales de la zona hubieran desaparecido.
Bajaron la pequeña colina donde se encontraban y mientras más se acercaban a los restos del pueblo, el aire se cargaba de un aura maligna. Olía a quemado, a sangre, partículas de cenizas provenientes de las casas aún en llamas rozaban sus rostros.
Al llegar a la plaza, Susan tuvo que apartar la mirada, varios cadáveres se encontraban mutilados por la zona, el agua de la fuente tenía un color rojo debido a las extremidades y trozos de carne que habían caído dentro como si de un ponche se tratara.
Lukas la agarra por la cintura y la aleja de aquella terrible escena, Susan llora
y se aferra fuertemente a Lukas.
Ambos logran alejarse y llegan a la iglesia.-Me siento mal conmigo misma, no pude salvar a nadie.- La imagen de aquel niño pasa por su mente.
-No todo esta perdido, no te sientas mal. Sin ti yo no estaría aquí ahora. Descansemos un poco- Le dice mientras la abraza para reconfortarla.
El sol se alza alto en el cielo, un nuevo día empieza.
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Apocalipsis: Guerra
FantasySAGA EN DESARROLLO Harran, un continente tan antiguo como el mundo mismo, el cual estaba poblado por una raza semejante a la humana, llamados Haerir. Los Haerir disponían de una serie de dotes mágicos y conocían los secretos de los dioses antiguos...