𝗛oliday 🍂

10 | El mejor helado del mundo ⌫

La tal Joy llegó a mi asiento. —Jungwoo te manda esto.

«¿A Jungwoo le encanta hacerme cartas o qué?».

“En realidad no tengo nada que decir, pero me gusta hacerte cartas ^^'
¿Sabes qué más me gusta? ¡El helado, vamos por helado cuando las clases acaben!
Atte: Jungwoo ❤︎”

Sonreí con mis mejillas rojas. «Y a mí me gustas tú... ¡No, relájate Doyoung!».

La guardé en mi mochila, igual que a todas. Las horas pasaron y yo lo encontré en la entrada, él alzó su mano mientras corría hacia mí con esa sonrisa que siempre lo acompañaba.

—¡Hola! —dijo dando un brinco.

—¿Por qué tan alegre?

—¿Por qué no? ¡Vamos, quiero helado!

Hablábamos de nuestros gustos en la comida cuando llegamos a la heladería. Al parecer Jungwoo ya era conocido ahí, pues las personas que atendían se emocionaron al verlo llegar. —¡Jungwoo, hace tiempo que no te veíamos por acá! —dijo una chica pelinegra bastante atractiva.

—¡Hola, él es mi amigo Doyoung! —levantando mi brazo.

—¿Uh? Llevabas rato sin traer a nadie nuevo. En fin, yo soy Jisoo, la castaña de allá es Jennie y... No sé dónde se metieron las otras dos... —dijo mientras las buscaba con la mirada.

—Hola... —saludé con timidez.

—¡Jisoo, el helado! —Le recordó Jungwoo.

—¡Ah, cierto! ¿Tamaño?

—Dos grandes.

—Pero...

—Yo invito, no te preocupes — sonrió.

—Pero yo no como mucho...

—Créeme, te encantará. Es el mejor helado del mundo.

—¿Sabor? —preguntó Jisoo con el cono en la mano.

—El mío de zarzamora con queso, ¿Y el tuyo?

—Eh... Igual.

Puso las bolas de helado color violeta sobre los grandes conos para después poner un poco de crema batida y una cereza sobre ambas. —Aquí tienes y aquí tienes.

Jungwoo pagó mientras yo probaba ese dichoso postre por primera vez. Qué decirles, su sabor era digno de los dioses; era como comer el mejor y más feliz momento de tu vida pero multiplicado por veinte.

—¿Te gusta?

—Nunca imaginé que algo tan delicioso como esto existiera.

Jungwoo sonrió con satisfacción. —Te lo dije, es el mejor helado del mundo.

Empezamos a caminar en dirección a su casa sin decir una sola palabra. Ese helado era hipnótico.