𝗛oliday 🍂

18 | Risas y sollozos ⌫

Ya había pasado un buen rato desde que Jungwoo me abandonó. No paraba de pensar en aquel cumplido, digo, él conocía a cientas de personas geniales, ¿por qué yo sería la más linda de todas ellas? Me parecía imposible, pero imaginarlo me hacía sentir tan... Especial.

—Hey —Una chica se acercó a interrumpir mis pensamientos; tenía un gran suéter lila con un par de rayas delgadas negras debajo, además del cabello mojado.

—E-emm... Hola.

—Antes de cualquier cosa, perdón por el golpe.

—¿Qué golp-?

«Ah, ese golpe».

Reí con nervios y bajé la cabeza. —No fue nada, no te preocupes.

Se sentó frente a mí. —Yo soy Lia, ¿Tú eres Doyoung, no? Jungwoo me obligó a disculparme contigo —lanzando una risita.

—¿Él te hizo qué?

No tengo idea de en qué momento ella me empezó a contar historias vergonzosas sobre Jungwoo pero en definitiva no iba a detenerla. Una vez Jungwoo encontró a su gatita de camino a casa, la tomó y tardó horas en darse cuenta de que había dos Olivias en la sala.

—¡Sus ojos eran de diferentes colores!

—¡Pero cómo pudo confundirlos!

—¡No tengo idea, pero seguimos molestándolo con eso!

No parábamos de reír. En algún punto Joy y Jisoo pasaron cerca y Lia las invitó a nuestra mesa, el ambiente era encantador sin duda. Joy hizo señales a Johnny para que nos sirviera una bebida que desconocía. —¿Quieres?

—Ah... Yo... —Mi intuición me decía que libre de alcohol no era, y ya que yo sí tengo autocontrol al instante pedí nada más que medio vaso, cosa que nadie más en la fiesta hizo.

Así que ahí estaba, en una fiesta llena de borrachos que apenas conocía. Las chicas empezaron a tomar fotos sin control, era divertido pero lenta y eventualmente se alejaron de mí. Estando solo de nuevo pregunté a Johnny por Jungwoo, él dijo que se mareó y fue a recostarse. Llegué a nuestra habitación y escuché algunos sollozos. —¿Jungwoo...? —dije mientras entraba.

Él estaba sentado en el suelo, sus ojos y su nariz estaban rojos. —Yo...

Cerré la puerta. —¿Por qué estás llorando?

Se levantó y antes de que pudiera reaccionar me dió un abrazo. Correspondí mientras su llanto seguía y seguía.

—Ya, todo va a estar bien... —dije mientras acariciaba su cabello.

—¡No puedo con esto!

—¿Con qué?

—¡Con todo! —me soltó y empujó a la pared—, ¡si estoy rodeado de gente, ¿por qué demonios me siento solo?!

—Jungwoo...

—¡Entonces quiero acercarme más a las personas pero entre más me acerco más se alejan, ¿por qué hacen eso?, ¿qué es lo que hago mal?! —recargándose en la pared mientras sostenía su cabello con fuerza—, ¡y yo lo hice hoy también! —Se deslizó hasta quedar sentado en el suelo. Hubo un largo silencio hasta que dijo la última frase—. Papá no despierta...

Es difícil describir lo mal que me sentí al verlo tan... Roto. Yo siempre lo vi como ese chico con la vida perfecta que personas como yo envidian, al que todo le sale bien; pero en ese momento entendí que era un humano, con sus problemas, sus inseguridades, sus lágrimas, y, de alguna forma, eso me hizo amarlo más.

Me senté frente a él. —Yo... Nunca me alejaría de ti...

Levantó la mirada y tras algo de contacto visual me abrazó, ambos nos aferramos al otro con fuerza mientras nuestro llanto silencioso eventualmente se detuvo.

—Doyoung...

—¿Si?

—Tengo sueño... —bostezando.

—Yo igual... —Me lo contagió.

Nos recostamos en la cama. Él pasó su brazo y su pierna sobre mi cuerpo para así abrazarme.

«¿Es este “el momento”?».

Consideré decirle lo que sentía, era entonces o nunca. De cualquier forma él estaba ebrio y somnoliento ¿No...?

—Ju-Jungwoo...

—¿Qué?

—¿Puedo decirte algo? —asintió con los ojos cerrados; empecé a ponerme nervioso—, bu-bueno... Para ser honesto, tú me haces sentir...

Volteé mi cabeza para ver su rostro, era como tener a un ángel frente a mí. —Tú... desde que te conocí, es como... como si todos los días fueran vacaciones... Todos los días brillan como si... —Se acercó un poco más—, fuera mi cumpleaños...

Lancé un bostezo. —Yo... quiero estar contigo, no importa qué tipo de vacaciones sean... y, Jungwoo... Jungwoo... ¿Jungwoo?

Se quedó dormido, pero aún así yo terminaría con mi confesión.

—Tú... Me gustas... —dije antes de cerrar mis ojos.