𝙹𝚆 • 20 | Descansar ⌫

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—¡Lia! —La tomé del cabello.

—¡Auch, ¿qué quieres?!

—¡Que te disculpes con Doyoung, ¿qué más querría?!

—¡Me disculparé con tu novio pero suelta mi cabello!

—¡No lo llames así! —jalé más fuerte.

—¡Auch, lamento llamar novio a tu novio!

Di un último tirón para soltarla y huir nadando a gran velocidad, ella se rindió al instante y obedeció.

Jugué un rato con los chicos para al final volver con Rosé, intenté evadir por completo la conversación hasta que ella fue directa conmigo.

—Oye... —dijo con un tono serio—, lo de hace un rato...

«Oh no».

Yo sabía lo que iba a decir y ya era imposible no tener esa conversación, así que tuve que ser directo yo también. —Yo... Lo siento si se malentendió...

—¿Malentender...? —miró al lado contrario a donde yo estaba.

El ambiente se puso inevitablemente incómodo, y cuando eso sucede acostumbro a salir corriendo.

—Yo... Ya estoy algo cansado y tengo hambre, voy a salir.

—Oh... Bueno, yo también-

—No —dije impulsivamente, ella me miró confundida.

«¡Demonios!». No podía estar ahí más tiempo. Corrí a cambiarme y evitaba a toda costa pensar en cómo ella se sintió después de mi huída.

Llegué al bar, ahí estaba Johnny. —Hey, ¿quieres? —extendió su mano con un vaso de lo que parecía soju. Estaba a punto de negarlo cuando...

—Oye, vigila a tu novio —llegó Ten—, una de ellas podría estar coqueteando con él ahora mismo —rió mientras apuntaba con la cabeza la dirección a su mesa.

Ahí estaba Doyoung, con tres lindas chicas conversando y divirtiéndose. —Ten tiene razón, no lo descuides —Jaehyun lo siguió.

«¿Qué...?».

Sí, todos lo sabían, todos sabían lo que sentía por Doyoung menos él y Rosé. Me esforzaba para ocultarlo pero a mis amigos les encantaba molestarme con eso. Me sentí peor y sin pensarlo más le arrebaté el vaso a Johnny y lo bebí completo.

«Al diablo con esos dos».

Yo me sentía muy mal y necesitaba hablarlo, pero entonces me di cuenta de que no tenía con quién. Intentaba iniciar una conversación sobre cómo me sentía pero nadie parecía interesado, eso me motivó a beber, beber y beber. Cada segundo más cosas llegaban a mi cabeza, me sentía como la persona más horrible del planeta y ya no pude más.

—Oigan, me siento algo mareado, voy a descansar un rato.

Si con descansar nos referimos a llorar, yo descansé como nunca. No sabía si no quería que nadie me encontrara o quería que alguien me escuchara y me diera un abrazo. Fue entonces cuando vi a alguien entrar a la habitación. —¿Jungwoo...?

Era Doyoung. Yo estaba en el piso hundiéndome en mi miseria, ¿qué se suponía que dijera? ¿Buenas noches?

—Yo...

Cerró la puerta. —¿Por qué estás llorando?

Sin pensarlo mucho me levanté para abrazarlo y seguir llorando. Él correspondió.

—Ya, todo va a estar bien... —sentía sus manos acariciar mi cabello.

—¡No puedo con esto!

—¿Con qué?

—¡Con todo! —Lo empujé a la pared—. ¡Si estoy rodeado de gente, ¿por qué demonios me siento solo?!

—Jungwoo...

—¡Entonces quiero acercarme más a las personas pero entre más me acerco más se alejan, ¿por qué hacen eso?, ¿qué es lo que hago mal?! —recargándome en la pared mientras sostenía mi cabello con fuerza—, ¡y yo lo hice hoy también! —deslizándome hasta quedar sentado en el suelo. Hubo un largo silencio hasta que al fin solté la última frase—. Papá no despierta...

Al fin me había desahogado. Era como un volcán lleno de lava que acababa de hacer erupción, y aunque no era todo lo que me atormentaba, era suficiente para sentirme liberado.

Vi su silueta sentada frente a mí. —Yo... Nunca me alejaría de ti...

Lo miré a los ojos, es difícil explicar lo cómodo que me sentí al reflejarme en ellos. Volví a abrazarlo, ambos nos aferramos al otro con fuerza mientras nuestro llanto silencioso eventualmente se detuvo.

—Doyoung...

—¿Si?

—Tengo sueño... —bostecé.

—Yo igual... —Se lo contagié.

Nos recostamos en la cama. Yo posé mi brazo y mi pierna sobre su cuerpo para así abrazarlo.

—Ju-Jungwoo...

—¿Qué?

—¿Puedo decirte algo? —asentí con los ojos cerrados; me esforzaba por no dormir pero era difícil—, bu-bueno... Para ser honesto, tú me haces sentir...

Pude sentir sus ojos en mí y eso me relajaba aún más. —Tú... desde que te conocí, es como... Como si todos los días fueran vacaciones. Todos los días brillan como si... —Me acerqué un poco—, fuera mi cumpleaños...

En verdad intenté resistir pero estaba exhausto. Lo último que escuché antes de dormir fue:

—Yo... Quiero estar contigo, no importa qué tipo de vacaciones sean.

𝗛oliday 🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora