𝗛oliday 🍂

29 | Yema de Huevo ⌫

Ya habían pasado un par de días desde el asunto de mis padres y comenzaba a pensar más al respecto.

¿Debería hablar con ellos? Quizá, pero veía muy lejano el llegar a arreglar esto. Temía por sus palabras, pues sabía que me lastimarían cada letra y si no se resolvía yo quedaría más roto que antes.

Estaba a punto de preparar mi desayuno cuando recibí un mensaje de Jeno.

Jeno

8:02

Hey
Buenos días
¿Cómo vas con Jungwoo?

Todo bien
No hay nada nuevo sobre él, pero...
Necesito tu opinión

¿Sobre qué?

Sobre mi situación con mis padres
¿Debo hablar con ellos?
¿Es el momento?

No te apures
Hazlo cuando estés listo
¿Lo estás?

Definitivamente no
Tengo miedo
Siento que no se resolverá y lloraré por nada

Hmm...
Entiendo, no quieres llorar gratis
Pero será algo inevitable, digo, a lo que me has contado tus padres suenan como lo menos empático del mundo
Pero tienes que enfrentarlo, siguen siendo tus padres

No estoy seguro de querer arreglar algo que siempre ha estado roto...
Es que, ellos estaban bien pero yo no
Yo estaba ocupado muriendo por dentro, pasando días sin que alguien me dirigiera la palabra a menos que estuviera obligado a hacerlo
¿De verdad es importante estar bien con ellos?

...
No lo sé, eso depende de ti
Piénsalo muy bien

Eso intento
En fin, voy a desayunar
En un rato hablo contigo

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Vi a la madre de Jungwoo entrar a escena. —Buenos días —La saludé fingiendo que la razón por la que le decía ese par de palabras a Jungwoo y a su madre todos los días era por educación y no porque yo quería que alguien hiciera eso por mí.

—Hola —sonrió—, ¿qué preparas?

—Huevo estrellado, arroz y algo de pollo —esperando a que el aceite se calentara—, haré para Jungwoo también, ¿usted sabe cómo le gusta la yema?

—Le gusta que esté líquida para mezclarla con el arroz —preparándose un té.

«¿Cómo puede saber todo eso?».

Si hiciera la misma pregunta pero sobre mí mis padres no sabrían qué responder, lo evadirían hasta que me rindiera, y comenzaba a doler saber eso.

—Gracias... —esparciendo la sal sobre el huevo.

La señora Kim al inicio estaba confundida, pero no tardó mucho en tratarme como a su propio hijo. Jungwoo me dijo que sabía de nosotros y que no tenía problema, pero eso sí, me pidió personalmente que cuide de él, y aunque no me lo hubiera pedido igual lo haría.

Acabé de cocinar y fui a despertarlo. Lo tomé del hombro y le di un beso en la frente. —Buenos días.

Abrió los ojos, tras unos segundos de silencio empezó a brotar una lágrima. —¿Puedes abrazarme? —No entendía qué estaba pasando pero aún así obedecí. Acaricié su cabello mientras seguía sollozando—. Llevo soñando lo mismo mucho tiempo y me está dando miedo...

—¿Qué sueñas?

—Que papá se va —aferrándose a mí—. Cada vez se siente más real... —dijo rompiendo en llanto.