¡ANA!-La voz de sebastian hizo que me despertara de un brinco, ni yo misma me di cuenta de que me habia quedado dormída, una sonrisa inconsciente se colocó en mis labios.
-Hola, Sebastian.-Le sonríe y se avento sobre mi llenando mi rostro de besos, inhale su colonia olor a frutas, la echaba de menos, solté un bufido de dolor ya qué su pierna estaba encima de mi mano en la que llevaba el suero y me lastimaba.
-Mmmmhhhhhh, me duele.-Reí- Sebastian, te estas comiendo mi mano con tu pierna.
-Ay, lo lamento.- tomo mi mano y la masajeaba, como una persona en una isla desierta que intenta prender fuego con dos palos de madera.
-Te extrañe cerda, ah no, cerdita, ya engordaste.-Añadio y rode los ojos.-Es mentira, sigues igual de linda, no importa si estas desnutrida o gorda eres hermosa.
-Gracias tucán, tu también eres lindo de alguna forma.-Le sonreí, cerrando los ojos.
-Bueno, la maestra Laura me dejo venir a verte, quiere que te tome fotos para que te ponga en su casillero.
La maestra Laura, nuestra maestra de literatura,siempre pone fotos de algo que le sorprendía y me parecía absurdo poner mi cara junto a una chica que gano un concurso de literatura, junto a un chico que escribió un libro y fue "Best Seller" junto a ChiKa
(El nombre se divide en dos: Chi=Chicle y Ka=Karmen) puede masticar chicle todo el día y no tiene ni una muela picada, junto a Sebastian que ganó 7 concursos de Game Flaws seguidos sin ninguna muerte, yo no encajaba en ese casillero, el destino quiso que me atacara un oso, y ni me atacó a mi.
A la persona a la cual ataco el oso fue a Diego, Diego no estaba en el campamento, no entiendo que hacia Diego todo ese tiempo cuando se fue, el oso lo rasguño en la pierna por eso grito que le dolía, por eso estaba de tan mal humor, por eso la enfermera dijo que podía perder una pierna.
-Ya, sales chistosa pero no te ves mal, de todos modos ya se lo mande a la maestra.-Dijo Sebastian sin quitar la mirada de su celular y acomodó sus lentes.
-Espera, necesito que le digas a la enfermera que no me siento bien, tengo una misión, tu me vas a ayudar, aquí esta el plan.-Asintio y se acerco a mi para lograr escuchar bien.
Le explique lo que teniamos que hacer, yo iba a distraer a la enfermera para qué Sebastian pudiera tomar el portafolio de Diego y investigaramos un poco más sobre su vida.
Sebastian asintió y salio de la habitación sin mirar atrás, le habló a la enfermera y ella soltó un bufido y se sento a un costado de mi.
-¿Qué?
-Necesito qué me alimentes.-Alce las cejasy abrí la boca ,rodó los ojos, se paró y me llevo una bandeja color hueso en ella la comida parecía muy poco para lo que comía en un día común y corriente, sin importar lo poco que era, algo era algo y lo empecé a ingerir, la enfermera estaba a punto de salir de la habitación cuando veo el cabello miel de Sebastian asomarse entre unos muebles y no me cabe duda de que el esta buscando por alli.
-Ey, tengo frio. ¿Me puedes traer una cobija?-La enfermera rodó los ojos una vez más y busco entre el armario el cúal estaba dentro de la habitación y me cubrió hasta el cuello con ella y se marchó.
Sebastian llego después de 5 minutos, luciendo agotado y sudando sin nada en las manos, nuestra misión fallo por completo.
-Sale todo mal, todo el tiempo, es frustrante.-Sebastian me observó con tristeza.
-Te voy a investigar sobre el Diego ese, ya no estes mal aparte te traje a alguien y algo.-Acomodo su mochila para que quedara enfrente de el y la abrió.
Saco de una bolsa a mi gato y al fijarme en las manos y brazos de Sebastian estaban llenos de rasguños y mordidas, algunos con sangre, sonrió de una manera tierna y alzo los hombros estirando los brazos hacia mi ofreciendo a qué cargara a mi gato, despues dejo un snickers en mi pierna y salio de la habitación.
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No todo es sobre ti
Teen FictionAna Casillas, 17 años,esta cursando su ultimo año de preparatoria. Entre ella,su mejor amigo y un chico misterioso le van a dar un giro extraordinario y lamentable a su vida. Los triángulos amorosos son inestables.