Agh.

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Miércoles, agh, me siento más que cansada y el clima no me ayuda en lo absoluto esta nublado y posteriormente iba a llover.

La noche anterior no pude cerrar los ojos por más de 5 minutos porqué mi pecho empezaba a arder, me levante varias veces y embarre crema en mi pecho, pero aún así no cedía.

Mis padres estaban más que ocupados, mi papá ya había salido de viaje de nuevo y mi mamá estaba a punto de cerrar un trato con una compañía bien establecida así que no estaba en casa para ayudarme, mis dolores me los tenia que aguantar.

Me subí al autobús y me senté al fondo en un rincón, busque a Diego repetidas veces con la mirada desimuladamente y no lo halle.

Los minutos pasaban y pasaban intentaba prestarle atención a los maestros pero ellos hablaban cada vez más lento y el tema se volvía cada vez más aburrido.

En la hora de almuerzo no podia tener los ojos abiertos y Sebastian me dio la idea de qué durmiera un rato, corrio para tomar algo de comer, una bandeja y cada cosa ordenada en cada separador.

Caminamos a las gradas y debatiamos sobre quien tomaria la primera guardia o sea todo el almuerzo y mañana el se dormiria.

Nos escondimos debajo de estas. Me ayudo a hacer una "cama" hecha de su sudadera y de la mía, "La almohada" de el gorro de lana que Sebastian llevaba en la cabeza.

Me removia incomoda por "La almohada" y lo avente lejos, el soltó un bufido y antes de qué se pudiera parar para recogerlo me acosté en sus piernas y paso su mano por mi cabello y sus dedos quedaron enredados en el.

Cuando penso que ya dormia, empezo a comer, su mandíbula se tensaba y se relajaba repetidas veces, su mirada se perdia de vez en cuando, solo veía al abismo, a un lugar lejos el cual no me permitía ver.

Se veía realmente lindo con su cabello miel desalineado, lo más lindo de todo es qué intentaba no moverse para no molestarme. Al tomar su refresco se relamia los labios y al agachar su mirada, se percató de que lo veía y se ahogó por un momento.

-¿Estas bien?-Le pregunte, su silencio es oro,reí y me sonrió.

-Me asustaste Ana.-Llevo su mano a su pecho y respiró de forma pesada e exagerada por unos segundos y siguió acariciando mi cabello.

-Ey, Ana.. ¿Estas bien?-Añadio, no le conteste solo me senté.

Quien sabe por qué cuando no hace nada siempre se ve mil veces más lindo, no estoy diciendo qué cuando hace cosas no es lindo pero su silencio me gusta, me gusta contemplarlo cuando no hace nada, puedo aprender muchas cosas de el por ejemplo:

Cuando esta enojado, no te ve a los ojos, cuando te quiere hacer enojar te ignora, cuando esta emocionado entrelaza sus dedos y no los deja de mover, cuando tiene sueño se talla mucho los ojos y mueve mucho el pie derecho, cuando tiene hambre se pone de mal humor, alza mucho la ceja izquierda cuando esta nervioso y se muerde el labio cuando quiere besarme, justo lo que esta haciendo ahora.

-Estoy más que bien.-Le respondí y el timbre sonó.

Me ayudó a recoger nuestras sudaderas y recogí su giro de lana y me lo puse imité a un "gangster" y el no dejaba de reir, tomó mi mano y me llevo a mi salón, al entrar América río justo en mi cara y le guiño un ojo a Sebastian y el me abrazo, beso mi sien y se despidió de mi moviendo su mano de izquierda a derecha como una reina de la primavera y el maestro me mando por un retardo.

Por fin la hora de salida, Sebastian me hablo y camine hacia el me platico qué un tipo le había gritado a la maestra de historia y qué temblaba demasiado.

Ví a Ruby a lo lejos y supuse qué se iba a ir con su mamá y le dí un abrazo rapido y antes de qué me dovelviera el abrazo, me separe de el y me fui a mi casa.

No todo es sobre tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora