La calidez del sol acariciaba su rostro de un modo tan delicado, que solamente podía sonreír mientras el mar en calma envolvía su cuerpo semi desnudo y liberaba su alma de tanta persecución, desentumiendo sus cansados músculos para darle más vida con la cual afrontar todo lo que aún le faltaba, haciéndole desear lo indeseable, como tal vez, ser completamente feliz algún día. Mas una bruja de nacimiento, casi nunca, por no decir nunca, era dichosa en su efímero existir, teniendo que soportar las injurias, los pésimos tratos y las miradas de aquéllos que las consideraban la peste, solamente por pertenecer a una pequeña porción de seres con magia en sus frágiles cuerpos. En su caso, jamás le haría daño a algún inocente, así que no entendía el por qué desconocerla siquiera antes de tener una amena conversación.
Sí, esa va para ustedes, malditos caza-brujas.
Soltó un suspiro agotado mientras se hacía para atrás, sumergiendose más profundo en un intento por alejar todo mal pensamiento, queriendo relajarse totalmente aunque fuera por un día. Deshaciéndose con un grito dentro del agua, de todo eso que la hería y la hacía sentirse pesada.
Para luego de todo ese ritual, continuar nadando sin ningún tipo de preocupación, gozando de los rayos solares y lo salado del mar mientras aún pudiera respirar en aquella peligrosa ciudad costera, adorando sentirse una sirena como alguna vez en su infancia lo deseó.
Aquella experiencia era sólo un sueño más que se hizo realidad.El ocaso de ese día finalmente se presentó, dándole la orden de salir y buscar un buen refugio, muy a su pesar, ya que aunque percibía a su corazón maltrecho bastante revitalizado, su espíritu aún anhelaba nadar más allá de lo que todos los humanos conocían. Jade presentía que todavía existían muchas cosas por descubrir en un hermoso sitio como aquél. Prometiendo de ese modo que algún día regresaría, por lo menos para pasar sus últimos minutos en el mar que arrullo su alma y abrazó su existir.
Mientras salía del agua con sus largos cabellos rojizos cubriendo sus pechos, sus dedos rozaban con paz las leves olas que formaba su caminar, susurrando entre suspiros una melodía que su madre le cantaba antes de dormir. Soñando despierta con aquéllo que en su niñez fue su más bella ilusión y por lo que hoy daría su magia con tal de tenerlo de vuelta.
Sus plateados ojos brillaron a causa de las lágrimas que se empezaban a acumular en ellos, pestañeando con cierta rudeza antes de finalmente deshacerse de éstas y levantar su mirada, tan sólo para petrificarse por segundos, al por fin notar que alguien la observaba. Su sangre se heló como siempre que se percibía en peligro para después sólo hundirse de nuevo en el mar y nadar lejos de allí, entretanto recitaba mentalmente su hechizo más inofensivo; uno que la haría desaparecer hasta que se sintiera segura.
Jade sólo huyó, no miro atrás, por lo cual jamás sabría que aquel muchacho solamente la contemplaba fascinado, al creerla lo más cercano a una ninfa. Para él, ese cauto ser se había convertido en su más hermosa fantasía.
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Deseos encapsulados
Random"Sólo quiero que me amen" "Sólo quiero que me entiendan" "Sólo quiero que me acepten" "Sólo quiero cambiar" "Sólo quiero que me reten" Hay muchas cosas que se anhelan en el mundo. Y en este libro, sólo se han recopilado los que en sueños he presenc...