Piezas idénticas

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Y allí, en medio del terror y la oscuridad, halló a la 'bestia' de la que muchos huían, escondido entre los árboles y la frialdad del bosque, no deseando toparse con nadie.
Rosario ya estaba decidida a morir, por lo cual, al conectar su vacía mirada con la amenazante de éste, no sintió ni el más mínimo atisbo de terror.
Cada uno quiso saber la razón de sus heridas.
Así que ella solamente se dejó arrastrar cuán muñeca rota hacia el palacio del 'monstruo', quien ya no queriendo estar solo, también la aceptó.
Ya no había más dolor, ni frío, ni sombras de un pasado horrible.
La soledad de dos almas quedó opacada por una calidez mutua.

Deseos encapsuladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora