Recuerdo sin fin

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Entre las ruinas de lo que alguna vez fue un hermoso castillo, una preciosa melodía se hacía oir.
El nostálgico sonido de un violín retumbó en los muros que aún permanecían necios en sus lugares a pesar de los años.
Los tonos tan decaídos pero agradables que adquiría la hechizante melodía, sólo eran los sentimientos de una solitaria señorita, que aunque no tuviera nada, aún se sentía viva. Por lo menos hasta que la noche terminaba, siendo luego, solamente otra triste memoria, habitando cuán espíritu lo que alguna vez fue su hogar.

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