La muerte de la maldad

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Y sintiendo que se hallaba a punto de romperse, provocó que la poca luz del lugar se desvaneciera junto con ella, para así desarmarse cuán muñeca.

Ya no deseaba seguir allí.

Ya no podía mostrarse más como la mala del cuento, no cuando sus sentimientos eran cada vez más intensos que sus propias ideas.

El corazón se encontraba ganándole al cerebro.

Por lo cual, decidió que era momento de convertirse en alguien mejor, pero por culpa de sus atrocidades, nadie jamás le creería. Abandonó todos sus lujos entre las cenizas, junto a su antigua esencia, para sencillamente ser una más con el mundo.

Deseos encapsuladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora