No era Martes 13, pero el día de hoy, simplemente no era mi día.
Desperté con un dolor de cabeza horrible, que hasta parecía migraña, ayer por la noche la pase estudiando para no reprobar el exámen de Química. Asociado a eso, mis nervios no me dejaron comer nada y estoy a punto de tomar dicho exámen con el estómago vacío y gruñendo. Por si fuera poco, el cable de mi cargador se partió, haciéndome imposible comunicar con mi hermano para que me trajese algo de comer y dejándome incomunicada desde esta mañana con mi novio.
Añadiendo más desgracias al día de hoy, llegó tarde a la escuela, lo que equivale a una inasistencia en mi primera clase.
Yo sabía que sería un mal día cuando ayer por la tarde mi Padre llega a comer con el padre de Ethan y... Ethan. El muy molesto tipo, me sigue a mi habitación cuando terminó de comer pero contrario a lo que creí que haría solo se disculpa por sus actitudes pasadas y dice que pese a saber que nada podrá remediar lo que hizo, quería me quedará claro que él estaría ahí para mi, si lo llegó a necesitar.
Vaya, pero ¿Quién va a necesitar a un ex-novio que no te respeto, te mintió, agredió a tu ahora novio solo por defenderte y se hizo la víctima con tu hermano?
Exacto, nadie.
Hablando de mi ahora novio.
Yo creía que con mis novios anteriores ya tendría algo de experiencia en esto del amor, que ya nada podría sorprenderme o que ya lo sabía todo sobre esta, que quizá me había acostumbrado ya y sabía cómo manejar las cosas.
Pero, oh Dios mío.Nada de eso me funcionó como preparación para lo que Park Jimin es.
No porque fuese peor que los demás, Dios.
A este punto Dios ya debe estar cansado de que lo nombre.
Nadie me avisó que con él todo sería tan diferente, ni del peligro inminente al que me enfrentaba todos los días al tenerle de frente.
No esperaba un amor como los pasados, a eso no me refiero, solo me asombra el hecho de que realmente buscaba algo nuevo y vaya que lo encontré.
¿O él me encontró a mi? Como sea.
Los pasos para una relación no son complicados, las citas se hicieron una costumbre entre nosotros todos los Viernes y aún sabiendo que el Viernes próximo lo vería, el Sábado ya comenzaba a extrañarlo.
Jimin se vio tímido en nuestra primera cita, ignorando claro la vez que me invitó a invitarlo y era obvio que sus manos sudaran y temblaran levemente si él no había experimentado eso antes.
Aún no me puedo creer que con esa carita de bizcocho que se carga hubiese mujeres que se atreviesen a jugarle mal y a usarlo.
Pero no hay que temer que ya me tiene a mi.
Me sentí como una maestra, una mujer que como ya había tenido citas antes podía manejarse pero fue todo lo contrario.
Con él no sé exactamente qué hacer.Cualquier cosa que me pasa por la mente, así sea la más simple, me encantará hacerla solo si es con él.
Luego paso lo de aquella noche.
Oh, qué noche.
Donde por primera vez permití que las manos de alguien me tocarán por encima de la ropa y aún teniendo esa tela como separación entre su piel y mi piel, el tacto fue tan encantador.
No estoy segura si “tocar” fue el término adecuado, porque la sensación eran como pinceladas, como si fuese él un delgado pincel y yo su lienzo.
Fue tan gentil y suave.