Willgan Month 2021 《Corazones Explosivos》

Día 2: Torpe

 Era el primer día de clases en la academia de baile mixtos y modernos de la ciudad, y Fargan estaba animado por poder hacer una de las actividades que más disfrutaba y a la vez formar nuevas amistades con ello.

   Después de desocuparse por completo, tomó su bolso con todas las cosas que necesitaría para ese día, como su ropa de repuesto y zapatillas especiales. No podía borrar la sonrisa de sus labios, parecía un niño en el día de Navidad.

   El primer día en la academia se le hizo fácil, en su antigua escuela solía bailar en los eventos que organizaban, así que no se demoró en aprender y seguir los pasos que el maestro de baile impartía.

   Por otra parte se encontraba Willy, quien había tenido una experiencia totalmente diferente. Era un desastre bailando y estaba consciente de ello. Sin embargo, bailar era uno de sus sueños desde que tiene memoria, pero nunca tuvo la oportunidad de poder aprender hasta ahora que se encontraba en sus 23 años. Era una manera que tenía para despejarse de lo ajetreado que podía ser su día a día en el trabajo. Trabajaba en una típica aburrida oficina archivando y llenando documentos para su empresa, por lo que le venía bien un cambio de aire.

   Aquella noche el profesor decidió empezar lento con todos, y eso le frustraba aún más al albino que intentaba dar lo mejor de sí pero no podía coordinar sus pies ni aunque de su vida dependiese. Aún así decidió seguir dándole una oportunidad a la academia, no podía darse por vencido tan rápido.

   Cada vez que volvía a casa de sus sesiones de baile, se paraba frente al espejo y ponía música, tratando de mover sus pies y mover sus caderas de la misma forma que el profesor les decía, pero le era imposible. Era demasiado rígido, demasiado tieso y torpe para ello. Se regañaba así mismo por no haberlo intentado antes, quizás tendría más soltura en su cuerpo si se hubiese atrevido desde una temprana edad, pero simplemente no podía.

   Habían pasado dos semanas ya, y cada vez Willy se frustraba más. Ya había tomado la decisión de que ese viernes sería su último día, no seguiría pagando por algo que no le serviría en el futuro y ni siquiera era bueno en ello.

—Chicos, os tengo un nuevo proyecto—habló el instructor de baile—Sé que aún estáis en las primeras etapas de aprendizaje del baile, pero esto no es como en la universidad o el colegio, no se estudia, se siente—emitía una voz motivacional para los demás—por lo que he decidido que empezaréis a crear vuestra propia coreografía.

   Algunos estudiantes tenían unas miradas de miedo, otros tenían unos ojos llenos de emoción, como eran los de cierto castaño. Ya se imaginaba mil coreografías en su mente y quería comenzar luego.

—Para que no se os haga muy pesado, trabajaréis en pareja, así podréis enseñaros entre vosotros si os cuesta demasiado.

   El instructor les indicó que cada día les enseñaría distintos pasos que podrían agregar a sus coreografías. Eran libres de escoger en qué orden éstos irían, y podían alterarlos como ellos quisiesen, más que nada esos pasos estaban de guías para la gente que tenía menos experiencia en el baile. Lo que el profesor quería era que ellos utilizaran su creatividad y dejaran a sus cuerpos expresarse de manera libre. También pensó que era una buena manera de calificar en qué nivel estaba cada uno de sus estudiantes y así ayudarlos a mejorar en un área específica.

   Esto no era lo que Willy quería oír, pero ya no le importaba demasiado, ya que pronto se iría de la clase y no tendría que preocuparse por aquello. Lo que le inquietaba un poco, era que la persona que sería su pareja tendría que pasarse a otro grupo una vez que él se haya ido porque justamente eran un número par en la clase.