Willgan Month 2021 《Corazones Explosivos》

Día 9: Sangre Fría

   Nota: Esta es la continuación y el final del día 3, En Peligro.

   Habían pasado días desde el escape de Lolito de la prisión de Karmaland y aún no había señales de él. Todos los pueblerinos e incluso los héroes sentían un inquietante nerviosismo por volver a ver la cara de aquel psicópata que había vivido entre ellos por tanto tiempo. Agradecían internamente el haberlo echado de su puesto como héroe a causa de los rumores, al parecer algunos de ellos podían ser verdad y quizás qué otros horrorosos crímenes también había cometido.

   Fargan discutía con sus colegas policías por no dejarlo ser parte de la búsqueda del criminal, puesto que le decían que estaba muy cercano al caso al haber sido Willy uno de los secuestrados y casi asesinado ese día en la cueva. El castaño reclamaba que Alexby también era amigo de Willy y aún así lo dejaban estar en el caso e incluso dirigirlo, mientras que a él no por esas estúpidas razones. Los demás no sabían cómo seguir negándole el ser partícipe de la misión, si bien era cierto que Willy sostenía una amistad con Alex, lo que podría tener conflictos de interés, se notaba que a Fargan le afectaba mucho más la seguridad de Willy ya que se volvía desesperado y muy impulsivo ante el tema, cosa que podía nublar su pensamiento crítico.

   Había estado así desde aquel traumático suceso y por eso le habían aconsejado que se tomara unos días de descanso. Al menos Alexby podía mantener la compostura y no se dejaba afectar emocionalmente por el caso, por lo cual era apto para liderar el grupo de búsqueda.

   Una mañana el frustrado castaño se paseaba impaciente en casa del albino mientras refunfuñaba así mismo inaudibles palabras que dejaron a Willy muy confundido, mirándolo con perplejidad.

—¿Cómo que no me necesitan? ¿Cómo que estoy demasiado involucrado en el caso? ¡Claro que me necesitan!—exclamó finalmente aclarando las dudas de su amigo—Si casi te matan obviamente estaré preocupado por ti, pero no significa que no pueda hacer mi trabajo bien—el contrario lo miraba encogiéndose de hombros, no podía decirle nada para que dejase de quejarse.

—Quizás es mejor así, para que tampoco te expongas a estar en peligro. Además ellos lo encontrarán, tú quédate tranquilo y descansa, estás demasiado alterado—trató de decir sutilmente.

—¿Y tú también te pones de su lado? Hay un puto psicópata suelto y nadie es lo suficientemente competente para atraparlo—cambió su tono a uno pensativo de repente—Si es que estoy en lo correcto, Lolito debe tener muchos contactos en común con nosotros, así que no creo que sea muy difícil encontrar su paradero si hacemos algunas llamadas.

—¿Lo dices por la Hermandad?

—Claro que por la Hermandad, quizás no hacíamos nada relativamente malo, pero muchos de nuestros vendedores seguramente tienen un mercado negro más grande para gente como Lolito. De alguna manera tiene que conseguirse las armas ilegales que encontramos en su vivienda.

—¿No será muy apresurada esa teoría?—inquirió Willy.

—Tal vez, pero no sabremos hasta no preguntar. Ya me cansé de mirar sentado que mis compañeros hagan un trabajo mediocre. Ese bastardo tiene que estar en prisión por todo el daño que ha causado, y no lo digo sólo por ti.

   Willy simplemente rodó los ojos, no podía hacer que Fargan entrara en razón, así que lo dejó ser. Además, sabía que sentía que tenía un deber de proteger a todos los del pueblo. Por más travieso que podía ser con él cuando se juntaban, no dejaba de ser buena persona intentando ayudar a las personas más vulnerables. Un poco doble cara por parte de él, pero vivían en Karmaland, habían cosas que se tomaban más a la ligera. Así que Willy sólo se conformó con esperar a que su amigo se rinda al no poder seguir las pistas y que llegase a un callejón sin salida. Se concentró en seguir su día normal, a pesar de aún sentirse inquieto por la desaparición del criminal, no iba a negar que le causaba escalofríos pensar en su secuestro e intento de asesinato.