⸻ O8. fifth kiss

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% ¡ quinto beso ! %

Let me ve your woman~

—No, no me sale.

—¡Oh, vamos! Estuvimos practicando por dos horas el baile, ¡No es tan difícil, Innie!

Negué. —Para ti es fácil, Lixie. Tú fuiste a una escuela de danza, de pequeño, en cambio yo no. ¡Apenas sé levantarme de mi cama, y piensas que me va a salir ese baile!

Me senté en la silla giratoria del escritorio, y dejé caer mi espalda sobre el respaldo de esta, dando un aspecto cansado.

—Además, se me hace difícil coordinar los pasos con los movimientos de brazos.

—Aveces pienso que de verdad eres una morsa, nunca tienes ganas de hacer nada, In —Felix comentó, mientras acomodaba un mejor ángulo su teléfono móvil sobre el escritorio.

Me encogí de hombro. —Estamos en vacaciones, quiero disfrutar un poco de la tranquilidad que me genera estar así; sin hacer nada.

—Aún así, eres una morsa.

Felix continuó haciendo su video, que lo iba a subir a la plataforma llamada Tik Tok. Era lo único que se dedicaba a hacer desde que estábamos en vacaciones.

Hace ya más de tres semanas que habíamos salido de las jornadas de clases, y hace tres semanas que entrábamos a la gran y tan esperada vacaciones de verano.

Por suerte, tanto Felix, SeungMin y yo, salimos de la escuela sin tener ninguna materia pendiente que dar. Felix estuvo a punto, pero por suerte pudo recuperar a tiempo y pudo salir limpio.

Mi teléfono vibró y lo saqué de mi bolsillo, en la pantalla se vio la notificación de un mensaje de mi madre.

—¿Un batido? —cuestione en voz alta, haciendo llamar la atención de el pelirrubio de Lee.

—¿Quieres tomar un batido?

—No. O sea, yo no. Pero mi mamá sí —fruncí el ceño, al terminar de contestarle el mensaje a mi madre de que sí le compraría—. ¿Sabes dónde pueden vender por acá cerca unos buenos batidos, o tendré que ir al centro?

—Mmm... —dejó de grabar su video de Tik Tok y se da vuelta, sentándose sobre su escritorio—. Hay un local nuevo que venden refrescos, helados y batidos, cerca de la plaza en donde jugábamos, cuando éramos unos críos.

Sonreí, asintiendo. —¡Genial!

Le extendí mi teléfono para que anotara la dirección del lugar que me había dicho. Y de paso, también pensaba que me compraría algo para mí.

—Y, ¿Cómo va tu mamá con todo lo qué pasó con el señor Yang? Digo, si no te incomoda contarme —me entregó de nuevo el aparato, sonando algo dudoso por lo dicho de recién.

Guarde mi teléfono en mi bolsillo y me acomode mejor sobre la silla, para luego mirar a mi amigo.

La verdad, es que la situación que mis padres estaban viviendo era algo inesperado que digamos. Nunca pensé que llegaría a la conclusión de que ellos se divorciaron o, bueno, el trámite de divorcio aún estaba en camino ya que no era fácil de abordar.

12 kisses | hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora