Harry.
Antes de llegar a casa tengo que pasar a una tienda de arte, necesito pinceles, algunas pinturas, lápices nuevos y lo más importante, otro cuadernillo; al mío solo le restaban un par de hojas.
En cuanto salí de la tienda metí todo a la mochila, camine directo a casa, espero que está vez mi madre esté ahí, casi nunca la veo siempre está ocupada en su trabajo, ella solo se limita a dejarnos a cargo de nuestra nana; Flor.
Llegué más rápido de lo esperado y justo a tiempo para evitar mojarme con la lluvia.
- Hola Flor ya llegué. ¿Mi mamá está en casa? - entré a la cocina para buscar algo de fruta.
- Hola pequeño, no, tu mamá tuvo que salir a atender un asunto de negocio con un vendedor.
En el fondo de mi sabía que ella no estaría, no pude evitar hacer muecas tristes, sentía vino las lágrimas querían brotar de mi ojos.
- Harry, tú sabes que tu mamá trabaja mucho para darte lo que necesitas, ella te ama demasiado.
- Lo sé, pero casi nunca la veo, nunca está en la casa y cuando eso ocurre está con su esposo.
- Olvida eso por un momento mi niño ¿Cómo te fue? ¿Viste al chico de la cafetería? ¿Está vez te animaste a hablarle?
- No, sabes que soy tímido.
- No te preocupes, para todo hay tiempo cariño
- Tienes razón. ¿Quieres ver lo que dibuje hoy?
- Me encantaría, muéstrame lo que tienes.
Puse mi mochila sobre la barra para sacar mi cuadernillo y mostrarle mi nuevo dibujo, pero no estaba. Lo había perdido. Eso no podía ser bueno.
- ¿Todo bien mi niño?
- No, no, no, no, lo perdí, no está aquí, no sé dónde lo deje.
- Tranquilo Harry, ¿Dónde fue la última vez que lo viste?
- En la cafetería, luego de ahí fui a comprar unas cosas, pero no me fijé si estaba.
- Probablemente esté en la tienda o en la cafetería.
- ¡POR FAVOR QUE NO ESTE EN LA CAFETERÍA! - grite impulsivamente logrando asustar a Flor.
- No te alteres, ¿Por qué no quieres que esté ahí? Ojalá y sí, puedes ir mañana por él.
- No, tengo que ir ahora, no pueden ver lo que hay ahí.
- Harry, son las nueve de la noche, la cafeteria cierra a las 8:30, irás mañana.
- Pero, no, bueno sí, no hay de otra.
- ¿Quieres cenar? Te puede preparar lo que quieras.
- Quiero unos hot cakes con mermelada de fresa por favor.
- En seguida.
Subí a mi habitación algo cansado y preocupado. ¿Habré dejado mi cuadernillo en la cafetería? ¿Lo habrá visto alguien? ¿Que pasa si lo vio el chico castaño? ¿Qué pensará de mi? ¿Que soy un chico raro?
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El Café (Larry Stylinson)
Ficção AdolescenteHistoria Larry basada en un país tercermundista; México.