XV. Llamada

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Harry

- ¿Bueno? - escuché su voz, no era la de Gemma, era la de Louis.

¿Cómo le explicó que me equivoqué?

— Bue-bue — soy un imbécil— Noches buenas. —contesté cortésmente tratando de ocultar mis nervios.

— ¿Harry? — me reconoció.

— Sí, soy yo,

— Pensé que no llamarías — rió levemente-—bueno, es que pensé que por no darte la receta habías perdido el interés.

—Nada de eso— suspiré —es para que tengas mi número registrado.

— Claro, Harry. —suspiro.

Hubo un silencio de no más de 3 segundos pero se sintieron eternos al menos para mí.

— ¿Que tal tu noche? —pregunté nervioso— ¿Fue un día pesado en el café?

— Algo así, lo normal pero ya sabes a veces las cosas no salen como planeas, pero ahora me siento bien, estoy relajado y feliz. — hizo un sonido con su nariz. — ¿Y el tuyo?

— ¿Mi día? Bueno.. —necesito hablar con alguien, pero no quiero que Louis piense en que estoy lleno de problemas y se cansé de mí — En realidad fue genial jaja-—mire al techo.

— Oye Harry, no lo tomes a mal, pero quiero saber si estabas llorando, tu voz se escucha diferente, ¿Seguro que todo está bien?

— No puedo mentirte al parecer — reí triste.

— ¿Quieres hablar sobre eso?

— En realidad no Louis, solo hoy no.

— De acuerdo, no quiero presionarte, pero necesitas saber que estoy para ti, para escucharte.

— Gracias Lou. —sonreí— Perdón, Louis.

Pude escuchar su risa tierna al otro lado de la línea.

— Me gusta que me digas Lou, suena lindo, nadie me llama así, en ocasiones mi mamá, pero cuando era pequeño.

— Entonces te diré Lou a partir de ahora.

— Ok, Harry, necesitabas hablar sobre otra cosa para distraerte de la otra cosa.

— Es una manera de decirlo.

— Al parecer vas a la misma universidad y yo nunca lo había notado. ¿Cierto? ¿Que es lo que estudias?

— Relaciones internacionales. No es mucho de mi agrado, pero mi mamá insistió. — caminé al balcón para ver las estrellas.

— ¿Que es lo que en realidad querías estudiar?

— Artes, me gusta cantar y la pintura, pero no tengo el valor para contradecir a mi madre.

— La vida adulta inicia decepcionando a tus padres. — suspiró — Mírame a mí, mi mami quería que me quedará a cuidar vacas y gallinas.

— ¿Tú estudias turismo verdad?

— Sí, me gusta eso de viajar, aunque no lo hago muy seguido, creo que el lugar de donde vengo tiene mucho potencial para crecer en ese aspecto.

— ¿No eres de la ciudad?

— No, mi casa está a tres horas de aquí, solo vengo a estudiar y trabajar.

— Es muy valiente dejar tu casa para seguir tus sueños, yo no estoy seguro de poder hacerlo.

— No es fácil, pero es necesario. — se quedó callado — ¿Qué más haces aparte de ir a la escuela y a la cafetería?

— Me gusta dibujar. Recién empecé a hacerlo, pero no lo hago tan mal, sé lo básico.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2022 ⏰

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El Café (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora