Capitulo 9

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El par de aprendices pasaron el día juntos, conversando, bromeando y comiendo un poco.

Al final ambos terminaron en la finca del pilar del agua.

— Ya enserio. ¿Por qué Marta? –Pregunto Tadadhi–

— Marta es un animal que me recuerda a ti. –Contesto Azumi viendo hacia arriba–

— Ahhhh ya entiendo... ¿Me estás diciendo animal? –Reclamo al último el chico–

— Y si fuera así ¿Que? –Pregunto la chica sonriendo–

Esto huele a pelea –Pensó la chica burlándose–

— ¡Tendrás que enfrentarte a mi en combate! –Grito Tadashi–

— ¡Adelante! ¡No te tengo miedo! –Contesto la chica de la misma forma–

Ambos chicos se lanzaron contra el otro, se lanzaban golpes, se tiraban de la ropa o cabello. Al final la chica logro someter al castaño.

— ¡No me rendiré! –Gritaba el chico–

— ¡Basta de moverte, pareces gusano! –Se quejo Azumi mientras apretujaba al chico–

Pero el castaño seguía pataleando, la chica estaba a punto de golpearlo en la cabeza cuando de pronto se torno sería y dejo de moverse.

¿Tenía que llegar en este momento? –Se pregunto la chica nerviosa–

— ¿Que? ¡Te di miedo verdad! ¡No puedes contra mi! –Decía el chico con una sonrisa maliciosa entre gritos–

¡¡Cierra la boca!! –Le grito Azumi internamente al chico–

La chica dejó caer al suelo a Tadashi y está se inclino.

— Buenas tardes, Señor Tomioka. –Saludo Azumi–

Finalmente el chico se percató de la llegada de su maestro. 

— Bienvenido a casa, maestro –Dijo Tadashi inclinado–

Tomioka observó a ambos jóvenes e inhaló.

— Lamento el escándalo –Se disculpo Azumi–

¡Solo no le diga al Señor Remgoku por favor! ¡Sería una vergüenza! –Pedía la chica llorando internamente–

— Retirate –Contesto el pelinegro mientras cerraba los ojos–

La chica frunció el ceño y se retiró.

"Retirate" Uy si –Se quejo Azumi por dentro–

Antes de salir de la finca observó al castaño el cual le rogaba piedad con la mirada a su maestro.

La chica se dirigió de vuelta a la finca de los Rengoku. Al llegar saludo a Senjuro y le ayudo a preparar todo para la cena.

Después ambos se relajaron en la sala.

— ¿Puedo cepillar tu cabello? –Le pregunto el pequeño a la chica–

Los ojos de Azumi brillaron y está sonrió.

— Está bien, pero después yo cepillare el tuyo –Dijo la chica sonriendo– ¡Ah! –Dijo al recordar algo– Y me ayudarás a convencer a tu hermano de que me deje cepillar su cabello también. –Le susurró la chica al menor–

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