Capitulo 11

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Todos los finalistas se encontraban reunidos esperando órdenes.

Azumi nisiquiera quería observar a los demás. Sentía que sus emociones se habían apagado

- Bienvenidos -Saludaron las niñas vistas al principio de la selección-

- Bienvenidos -Saludaron las niñas vistas al principio de la selección-

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- Felicidades. Nos alegra saber que están bien. -Dijeron al unisono-

- ¿Que hay que hacer ahora? -Pregunto un chico con una cicatriz en el rostro-

- ¿Que hay que hacer ahora? -Pregunto un chico con una cicatriz en el rostro-

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- ¿Y la katana? -Pregunto el mismo-

- Primero les entregaremos sus uniformes. Les tomaremos las medidas y grabaremos su rango en ellos. -Contesto una de las niñas- Hay diez rangos en total. -Añadio la pelinegra- Kinoe, Kinoto, Hinoe, Hinoto, Tsuchinoe, Tsuchinoto, Kanoe, Kanoto, Mizunoe, Mizunoto. -Nombraban por turnos- Actualmente son del rango menor: Mizunoto. -Explico una de las niñas-

- ¿Y la katana? -Volvio a insistir el mismo chico-

Que fastidio de tipo -Pensó la chica mientras observaba de reojo al pelinegro-

- Hoy elegirán el acero tamahagane con el que se forjará su espada. La katana estará terminada entre 10 y 15 días -Contesto una de las niñas-

- Que horror -Susurro en una queja el pelinegro-

- Pero antes... -Dijo una de las niñas para después aplaudir dos veces-

Enseguida aparecieron varios cuervos los cuales se posaron cerca de cada chico.

- Les otorgamos un cuervo Kasugai. -Añadio una niña- Los cuervos Kasugai se usan principalmente como mensajeros.

- ¿Cuervos? Esto es un gorrión, ¿No? -Pregunto el rubio del lugar-

- ¿Cuervos? Esto es un gorrión, ¿No? -Pregunto el rubio del lugar-

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- ¡Esto no tiene gracia! -Se queja enseguida el pelinegro-

Molesto, se acerca a las niñas.

- ¡No me interesa tener un cuervo! -Reclama el mismo-

Enseguida el pelinegro toma del cabello a la niña peliblanca.

- ¡Quiero la katana! ¡Denmela ahora mismo! ¡La de los asesinos de demonios! ¡La que cambia de color! -Reclama el chico-

Azumi observó molesta al chico y dió un paso al frente, pero antes de que actuará, el pelirrojo se acercó y tomo al pelinegro de la muñeca.

- Suéltala. Si no, te romperé la muñeca -Le advirtió el pelirrojo-

- ¿Quien eres tu? -Pregunto el pelinegro al pelirrojo-

- ¿Que hacemos ahora? -Pregunto el rubio nervioso-

- Inténtalo si puedes -Reto el chico de la cicatriz al pelirrojo-

El pelirrojo comenzó a hacer fuerza en la muñeca del contrario y este de inmediato se retiró entre quejas.

- ¿Terminaron de hablar? -Pregunto la niña pelinegra-

Desmantelaron la mesa que se encontraba detrás de las niñas, dejando a la vista varios pedazos de acero. La misma niña dió la orden de hacer elegir a los finalistas un pedazo de acero, pues este sería el acero que llevarían sus Katanas. Todos se acercaron y observaron la mesa.

Azumi observó la mesa unos segundos y después cerro los ojos.

El pelirrojo tomo una bola de acero y después los demás comenzaron a tomar la suya.


Al atardecer ambos aprendices regresaron juntos a la sede, arrastraban los pies en el camino y casi sin hablar.

En momentos como estos me arrepiento de mi existencia. ¡Estoy agonizando y me hacen caminar aún todavía más! -Sr quejaba internamente la chica-

Después esta misma sintió la mirada de Tadashi y lo observó de mala gana.

Ni se te ocurra abrir la boca -Le dijo con la mirada-

El contrario regreso la vista al frente casi enseguida.

Ambos continuaron su camino llegando así al anochecer a la sede. Tadashi dejo a la chica en la finca de los Rengoku y continuo su camino.

Azumi abrió la puerta y observó a su maestro sentado en el pasillo de la finca. Al ver a la chica abrió enormemente los ojos y se levantó rápido para ir hasta ella.

- Joven Yagami -Le llamo-

- Sensei -Susurro la chica sonriendo levemente-

Las piernas de la chica temblaron y está se sentó en el suelo.

- ¿Estás bien? -Pregunto Kyojuro mientras se ponía de rodillas frente a la chica-

Ella asintió y con los ojos llorosos observó al rubio. El contrario sonrió y coloco su mano en la cabeza de la chica.

Después de que un par de lágrimas salieran de ellos ojos de la chica, está se controlo y con ayuda de su maestro se puso de pie. Ambos fueron a cenar y conversaron tranquilamente.

- Senjuro se pondrá feliz al verte mañana. -Dijo el rubio mientras terminaba de comer-

La chica suspiro y sonrió.

- Me alegra estar de vuelta. -Dijo en un suspiro-

Ambos se despidieron, Azumi se aseo y después cayó profundamente dormida en su habitación.

Buen trabajo, joven Yagami -Pensó el rubio desde el pasillo-

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