Capitulo 15

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Azumi llegó a la finca de los Rengoku durante la madrugada, aproximadamente a las 4am, entro tratando de no hacer ruido y se dirigió a su habitación.

Se encerró en su habitación y comenzó a desvestirse para sanar sus heridas.

Ahora entiendo cuando el señor Rengoku decía que no nos preocuparnos por sus heridas –Penso la chica sonriendo–

Vendajes, curitas, alcohol, algodón y otras cosas se encontraban alrededor de la chica. Mientras terminaba de desinfectar sus heridas la chica solo podía pensar en su batalla y en todo lo que había visto.

Mirar los cuerpos de mis antiguos compañeros de trabajo... Amontonados como si solo fueran una pila de hojas... –Pensaba la chica–

La chica cubrió sus heridas y se vistió con su ropa de casa. Tomo su uniforme y lo observó.

— Completamente sucio... –Susurro al observarlo–

Después tomo el haori y lo observó cubierto de sangre.

No puede ser, y el Señor Remgoku me lo entrego está mañana –Pensaba la chica mientras lloraba internamente–

Azumi salió a lavar su uniforme y al terminar se recostó a descansar. Cayendo como una roca en su cama.

Al día siguiente Senjuro se encargó de ver por su bienestar. Azumi se encontraba realmente avergonzada, pues la idea de que el menor "cuidara" de ella... Simplemente no podía adaptarce a aquello.

Durante la noche llegó su maestro.

— ¿Cómo te fue en tu primer misión? joven Yagami –Le pregunto durante la cena el mayor a la chica–

— Bien... Logré salvar a un trío de sujetos que se dirigían al lugar, y asesine al demonio. –Decia la chica sonriendo pero con un vacío interno–

— Me alegra mucho escuchar eso. Cada vez me sorprendes más. –Dijo Kyojuro a la chica–

Azumi le dirigió una sonrisa cálida a Kyojuro y ambos continuaron cenando.

Después de que ambos ayudarán a Senjuro a limpiar el desorden de la cena, el menor se fue a descansar.

— Deberías hacer lo mismo, Yagami. Senjuro me dijo que no descansaste muy bien. –Dijo el rubio a la chica–

— Me incómoda ver a Senjuro limpiar la finca o preparar las cosas para la comida mientras que yo no hago nada. –Contesto la chica mientras se "quejaba"–

El rubio soltó una leve risa y observó a su alumna.

— Senjuro lo hace con toda la amabilidad que tiene, se preocupa por ti, y por mi. El solo quiere nuestro bienestar. –Dijo Kyojuro de una forma cálida–

La chica se sonrojo levemente y después observó al frente.

— Tiene razón... –Susurro Azumi–

— ¿Entonces te irás a dormir? –Pregunto el rubio–

— ¿Mañana tiene alguna misión? Es que me gustaría conversar un poco más con usted. –Preguntaba la chica casi en un ruego al mayor– Ya casi no nos vemos por las misiones o el entrenamiento. –Explicaba Azumi casi haciendo pucheros–

El maestro solo observó a la chica y después sonrió.

— Está bien. Podemos conversar otro rato. –Contesto se forma cálida–

Ambos se sentaron en el pasillo de ella finca mientras conversaban de diversos temas.

A veces el hecho de terminar hablando de comida siempre, sorprendía a Yagami, pues no sabía cómo es que terminaban discutiendo sobre la cocción perfecta de algún guiso.

Azumi observó de reojo a Kyojuro, no podía evitar sonreír al verlo, por más que lo quisiese ocultar.

¿Acaso?... No, el señor Rengoku no me puede gustar, el es mi maestro, y yo lo respeto mucho. –Pensaba la chica nerviosa–

Volvió a dirigir la vista hacia Kyojuro, observándolo de perfil, hablar y sonreír.

La chica se sonrojo y de igual forma sonrió al terminar de hablar su maestro.

Creo que tal vez... Si sienta algo –Penso la chica levemente asustada–

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