Taehyung tenía curiosidad por los espejos y Jungkook sólo era un demonio que lo observaba a través de este.
+ Esta historia no buscar normalizar prácticas para normales.
+ Historia original, no se permiten copias u adaptaciónes.
+ Kooktae.
+ Capít...
Jungkook odiaba venir a ese elegante lugar, la mansión solitaria que lo adoptó cuando tenía que ser castigado., y es que como buen demonio rompía las reglas, Taehyung no era el primer humano por el cual sentía atracción, claro que no, esa niña de ocho años con la que jugaba al té era muy tierna pero no es igual que Taehyung, el lo hacía sentir diferente, no quería verlo morir o jugar con él, solo quería ¿cuidarlo?.
Sacudió su cabeza borrando sus pensamientos y llevó su mano a la puerta para dar dos toques ahí, no tardó mucho en abrirse dejando ver el brillante suelo y las grandes escaleras. Avanzando rápidamente escucho cada uno de sus pasos, observo el gran lugar viendo a lo lejos como se acercaba un anciano en silla de ruedas.
– Que hiciste? – Preguntó el viejo entrando a la sala.
Jungkook dio un suspiro y habló.
– Crees que sólo vengo cuando estoy en problemas? –
– Si – Respondió honesto y sin chistar.
El peli Negro giro sus ojos y camino al bar con el anciano siguiéndolo por detrás, preparo dos tragos y le dio uno.
– Es Gintonic no veneno – Dijo Jungkook al ver la cara de desconfianza. Lo tomó en su mano y olfateo un poco.
– Entonces que fue lo que pasó? –
Jungkook guardó silencio unos segundos y después habló.
– La sombra volvió y un chico me gusta.
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