Taehyung tenía curiosidad por los espejos y Jungkook sólo era un demonio que lo observaba a través de este.
+ Esta historia no buscar normalizar prácticas para normales.
+ Historia original, no se permiten copias u adaptaciónes.
+ Kooktae.
+ Capít...
– Hasta pronto señor lee, gracias por los té. — Con una sonrisa Taehyung le agradeció al amable señor que lo había adoptado durante este tiempo, mientras Jungkook cumplía con su trabajo de demonio el y el señor lee pasaban horas conversando y burlándose de Jungkook, claramente.
— Con gusto y ten cuidado pequeño — Dijo el viejo.
— Bien, bien es hora de irnos, adiós.— Jungkook corto las palabras que tenía Taehyung para el señor lee adentrándolo en el helicóptero, el rubio aún no creía que de verdad fuera a subir a uno por lo que estaba muy asustado
Ambos chicos subieron y comenzaron a alistarse pero había algo que Taehyung no entendía, ¿por que sólo estaban Jungkook y el ahí?, no debía haber un piloto o algo?
—¿Jungkook Dónde está el piloto? — Preguntó ingenuo.
— Aquí, ¿no me vez? — Respondió el demonio preparándose.
—No, no, no, tu no—
Jungkook rio y solo le dio una mirada picarona.
— Yo si, prepárate —Dijo poniéndose el audífono. — Y ni se te ocurra comenzar a rezar —
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— Ya colgarlas ese maldito teléfono? —
Hace una hora que habían llegado al lujoso hotel pero Taehyung no había colgado el teléfono con el señor Lee a Jungkook ya le estaba molestado.
Después de una risa y una mala mirada Taehyung colgó y se acercó para sentarse en la esquina de la cama donde Jungkook lo miraba acostado.
— Jungkook estoy cansado me puedes decir que numero es mi habitación? —
El demonio rio burlón y después lo miro con una ceja levantada, algo que confundió a Taehyung ¿Porque E ríe de su pregunta?
— Ya estas en tu habitación y ven a acostarte, tengo sueño —
Ahora era el rubio quien reía a carcajadas.
—Jungkook de verdad que numero es—
Este giro sus ojos y se inclino hacia Taehyung subiéndose poco a poco sobre el obligándose a acostarse.
— Solo existe esta habitación si hubieras dejado de hablar un maldito segundo con el señor Lee me habrías escuchado cuando te pregunté, aunque bueno así hubieses dicho que no, estarías aquí —Dijo con una sonrisa coqueta y la mirada puesta en los labios del contrario sin vergüenza alguna.
Taehyung estaba muy nervioso este chico, ente, lo que sea, había llegado a descontrolar su vida y ahora le provocaba malditas erecciones.
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