5."¿Te sangra la qué?"

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Dejando de lado el miedo decido saltar sobre la nube, siento como mi cuerpo empieza a elevarse, el cielo es definitivamente hermoso. Se siente bien andar entre las nubes, en el cielo en general... 

Espera ¡No puedo estar entre las nubes por muchos motivos!

Abro mis ojos de inmediato encontrándome en los brazos de Nereo, ya es casi de noche y no me di cuenta en qué momento me quedé dormida dentro del auto, después de hacer un par de cosillas, claro.

Nereo me carga con tanta facilidad que me hace sentir como una pluma.

El calor de su cuerpo me acoge, el latido de su corazón es tranquilizante y el olor de su perfume varonil llegando hasta mis fosas nasales no puede pasar desapercibido ¿Puede haber algo más perfecto? Sube las escaleras y pauso más mi respiración.

Mi corazón está acelerado sin ninguna razón, joder si hay una razón, y me da miedo porque nunca había sentido esto. Solo hemos llegado hablar en tres ocasiones y no sé porque rayos causa este efecto en mí ¿Qué rayos me hiciste, Nereo? Entreabro mi ojo derecho para observar que vamos por el pasillo cerca de mi cuarto.

Subo la mirada a su rostro y me golpeó fuertemente (literalmente) al ver lo bien que se ve desde este ángulo ¡Por Zeus! Apiádate de mi alma. Continuó haciéndome la dormida, y me es difícil no querer estarlo, me siento tan bien, tan protegida entre sus brazos que no me importaría dormirme de verdad. 

Juraría que Daddy issues sonó de fondo.

Siento cuando me deja sobre la cama en posición de muerto en ataúd. Me arropa hasta taparme todo el cuerpo robándome el oxígeno cuando la tela se pega a mi nariz ¿Me quiere matar o qué? En esta posición fácilmente puedo ahogarme. 

Finjo moverme casualmente sacando la cabeza, por un lado.

— ¿Vas a seguir haciéndote la dormida?

— ¿Por qué rayos me haría la dormida? —me rio con burla— ¿Para estar más tiempo en tus cálidos brazos? Nahhh.

Mierda, no acabo de decir eso ¿Verdad? Me hago otra vez la dormida y finjo volver a despertar.

— Estaba soñando que decías que fingía dormir — hablo somnolienta mientras froto mis ojos.

Ay no, que vergüenza, me voy a morir ¿Por qué siempre hago este tipo de escenas vergonzosas?

— No me jodas, Liyn — sale con gran velocidad dándole un portazo a la puerta.

NOOOOOOOO.

Así no era como tenía que suceder ¿Qué rayos fue eso, Lily? ¿Ahora qué va a pensar de mí? Soy una maldita rara, joder.

Equis, relájate, respira y céntrate.

Me repito.

Voy a dormir y lo voy a ignorar de verdad por chismoso, seee, en fin, no merece que lo llame mi crush, soy mucho para él. Ni que quisiera a un chico multimillonario, inteligente y guapo, nahhh.

No, no, si lo quiero.

¡No!

Si.

Mejor me voy a dormir, esto de pelear conmigo misma es muy agotador.

《--•--○--•--○--•--》

A la mañana siguiente ignoro a Nereo pasando por su lado con ganas de estar en casa. Mi vientre duele avisando la llegada de mi menstruación. Después del incidente incómodo en casa no he hablado con ninguno de los dos esta mañana.

Entro al auto saludando a Nathan. Él como siempre me recibe con una gran sonrisa.

— Cada que vengo al instituto me es imposible no recordar esos tiempos, que, a pesar de los dramas, los sentimientos encontrados, el estrés de no saber que nos depararía el futuro. Fue la mejor época de mi vida — el sentimiento de nostalgia es claro en sus palabras. — Solía ser un deportista estrella, físicamente era la copia de Marco, solo que yo sonreía más y eso me daba ventajas con las chicas. — sonríe con orgullo.

¿Dónde Está Mi Chico Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora