19. "A él le doy diez hijos"

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Son alrededor de las seis de la tarde y suspiro cansada, hoy fue un largo día escolar. Espero pacientemente la llegada de Nathan, o de Marco. Pues mi cel, se descargó debido a que anoche no lo cargue, así que no tengo comunicación alguna.

Y olvide por completo que los miércoles estudiaba hasta tarde. Indira sigue sin aparecer y Walter no pudo llevarme porque sus padres pasaron a recogerlo para una cena importante.

Estoy agotada completamente, y no pude hablar con Nereo, el cual estuvo en otro instituto por las olimpiadas de debate. Connor me ignoro hace unos veinte minutos, estuve a punto de llorar porque no entiendo a que se debe ese cambio tan repentino.

¿Acaso hice algo? Mierda, no quiero sobrepasarlo, eso dolería.

Veo el auto y corro emocionada por ver a Nathan, los vidrios polarizados no me dejan verlo y sonrió, posiblemente sea Marco. Pero me sobresalto como si hubiese visto un fantasma al ver a mi madre en el volante.

No digo nada y pongo mi cinturón de seguridad, después de sus palabras lo menos que quiero es hablarle, ni siquiera han pasado al menos tres días como para asimilarlo.

El sol ya está oculto y pequeñas gotas de agua pegan contra el vidrio, abrazo mi mochila mirando por la ventana.

— No puedo creer que hayas llegado a mi hogar poniendo a mi familia en contra de mí.

Me giro incrédula por sus palabras, justo en este momento no puedo reconocerla, se que nunca nos hemos llevado bien, pero después de todo es mi madre.

— Me sorprende la habilidad con la que siempre sueles querer sacarme de tu vida— aplaudo riendo.

Al parecer llegue tarde a la repartición de buenos padres, y ella siempre me lo hace recordar.

— He tenido la familia que siempre quise, y parece que quieres arruinarlo ¿Me odias acaso?

Su habilidad para victimizarse nunca deja de sorprenderme, la que debería hacer la pregunta, soy yo.

— ¿Sabes qué? No quiero tener esta conversación.

Trato de ignorar sus próximas palabras mientras siento que me agobio ¿Qué no puede entender que no tengo deseos de escucharla?

¿Cómo puedo hacer que lo entienda sin gritarle y hacerle sentir que es la peor madre?

Es algo difícil cuando estoy cansada y ahora estresada como para controlar mis palabras. El auto se detiene y miro por la ventana, pensando, o mejor dicho, recordando que mis decisiones nunca han sido las mejores.

Abro la puerta y salgo corriendo con mi mochila, el sonido de los autos me aterra, pero no paro de correr y de escuchar gritos aterrados, solo sé que no me terminaré de asfixiar dentro de ese auto.

Grito cuando mi cuerpo choca con la capilla de un auto, mandándome al suelo el cual lastima mis muslos y brazos en el proceso. Ignoro el dolor de mi brazo por haber caído sobre el, y me levanto corriendo hacia la acera.

Las luces de los autos y el ruedo de los cláxones me pone el corazón a mil, pero no me detengo. La lluvia moja todo mi cuerpo, pero no dejo de aferrarme a mi mochila, reconozco este centro comercial, se que la zona de la casa esta posiblemente a unos siete minutos.

Me detengo a respirar y miro el suelo, buscando que se abra y me trague de una vez por todas ¿Por qué justo hoy mi cel tuvo que morir? Es como si todo hubiera decidido ponerse en mi contra de nuevo.

Se que esta mal, pero espero que este angustiada y sienta culpa, o que crea que algo malo me paso para que desee ser una buena madre. No sé, no debería pensar de esa forma, pero por más que trato no puedo evitarlo.

¿Dónde Está Mi Chico Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora