¿Dónde Está Mi Chico Cliché?

6. "Perdón por interrumpir "

Salgo del instituto con mucho ánimo directo a Marco que esta con un grupo de chicos, entre ellos, Nereo. 

Mi cuerpo reacciona y los nervios empiezan a darme ansiedad, empiezo a tronar mis dedos a medida que me acerco, hay muchos chicos guapos y yo parezco vomito de lagarto, lo cual nunca he visto pero seguro es feo.

No quiero ir con ellos, me da pena, Zeus ayúdame.

Y como si la vida hubiera escuchado mis plegarias, Indira llega al lugar donde estoy llevándome del brazo cuidadosamente hacia Walter, y por impulso lo abrazo fuertemente.

Lo extrañe.

— Ahora que ya reuní al par de rechazados sociales, les aviso que muy pronto nos vamos de fiesta fuera de la ciudad.

— ¿Qué? — Pregunta Walter como si no entendiera su idioma — ¿Captas que se acerca la época de exámenes por el corte preventivo del instituto ¿Verdad?

— Por supuesto que no lo capto, porque gracias al demonio del pecado no soy igual a ti.

Una chica que está a unos pocos pasos se hecha la bendición después de escuchar a Indira. Creo que es la encargada del club de religión del instituto.

— ¿A dónde vamos?  —pregunto curiosa.

— ¡Lily! 

Me reprende Walter, este chico tiene que relajarse.

— ¿Qué? Relájate, somos jóvenes, equis.

— Así se habla ¡Perra!

Chocamos los cinco y eso me saca una sonrisa. Indira me recuerda mucho a Jessica.

Me enfoco en Walter y tomo sus manos mirándolo con ojitos de niña lastimada.

— No me mires así

— Walter, tenemos que vivir, la vida es solo una, joder...

La risa burlona de alguien que conozco muy bien me interrumpe.

— Acaso tú— me señala—. Lily Martínez ¿Estás hablando positivamente de la vida? ¿Se golpeo la cabeza? — se dirige a mis amigos

— Cállate, Marco.

Ruedo los ojos, que ganas de fastidiar.

— Respeta a tus mayores, Lily.

— ¡Mayores mis calzones!

— ¿Qué dijiste?

— ¡No te hagas el desentendido! Dañaste mi momento emotivo ¿Sabes? —Lo señalo sacándole la lengua en el proceso.

Cuando noto que todos me miran como si fuera una nueva especie de extraterrestres, me callo.

— ¿Así suena el español? ¡Suena tan cool! Enséñame y te doy lo que quieras.

Mierda no note el momento en el que empece a hablarlo.

Doy media vuelta casi cayendo por el impacto del cuerpo del que parece ser Nereo. Los brazos de Walter no me dejan caer, agradecida con el de arriba. 

La risa ronca de Nereo me hace flaquear, que sexy. 

El uniforme le queda tan bien, y verlo después de todo un fin de semana es jodidamente agradable. Su mirada conecta con la mía y me derrito.

— ¿Se van de fiesta sin invitarnos? — Toca su pecho— ¿Escucharon eso? Fue mi corazón romperse.

«Dramático»

— Todos pueden venir. Hey tú ¡Chad! Prepárate para la fiesta del mes fuera de la ciudad.

Volteo para ver al chico y ¡Allah! Por la tumba de mi tatarabuelo, ese chico parece sacado del olimpo. Incluso su caminata es genial. Dios, me morí.