¿Dónde Está Mi Chico Cliché?

8."Los encontré"

3:48 am.

¡Oh por Zeus! Entonces ella no es quien dice ser y solo finge para vengarse, pero se enamoró del asesino de su padre y del hombre que la ha secuestrado, obligado a tener sexo con otros, que también la apuñaló en el vientre para que perdiera el bebé de otro por celos a pesar de que él la obligó a acostarse con el padre del feto. Pero él le dice que la ama y ella se le olvida toda la mierda que la hizo vivir.

Aparte de tener síndrome de Estocolmo, no conoce el sentido ni la palabra dignidad.

5:58 am.

— ¡¿Qué puta mierda!?— gritó perpleja.

Entonces ella nos volvió a engañar y no estaba enamorada del protagonista y lo acaba de asesinar de la forma más cruel posible que exista ¿Y cómo que el bebé si nació, pero no nos enteramos? Y él no la obligó a estar con el otro, fue todo un plan. Pero el padre de su bebé es su hermano y están enamorados y no les importa la sangre.

Joder que historia más rara y perversa. Estoy muy impresionada por este final, sinceramente no me lo esperaba. No sé cómo debería sentirme, y lo peor es que me gusto la historia, o no sé, creo que sí. Bueno sí, pero no. Joder ni siquiera yo me entiendo.

Quede como un payaso cuando ninguna de las teorías que cree acertaron. Termine de perder mis neuronas creando posibles finales que tenían cero de posibilidades de pasar, pero siempre hay que esperar lo inesperado.

Eso, eso.

Siento pasos rápidos y firmes viniendo hacia mi habitación, dejo el celular debajo de la almohada y me arropó con la sábana hasta la mitad. Dejo la boca entreabierta y dejo caer un brazo por el borde de la cama. Empiezo a respirar lentamente para no levantar sospechas.

La puerta se habré bruscamente. Me muevo lentamente. — ¿Huh?— me siento bostezando mientras frotó mis ojos para darle más realismo.

Cuando abro finalmente bien mis ojos, veo a mamá con una sartén, a Marco con un bate de béisbol y a Nathan con una cuerda. Los tres con las caras adormiladas.

— ¿Qué pasa? ¿Para qué me despiertan? —Trato de no reírme. Joder Netflix le tiene miedo al éxito conmigo.

— Tú madre dijo que ya te volviste loca completamente y que deberíamos entrar preparados para llevarte al psiquiátrico — habla Nathan adormecido.

— Si voy a tener mi romance psiquiátrico con un psicópata no me quejo — sonrió con esperanza.

— Si, ya se volvió loca— Marco cuestionó. — Papá yo le doy con el bate y tú la envuelves con la cuerda. Y si no es suficiente, madre le da con el sartén en la cabeza.

Comienza a acercarse hacia mí.

Lo miro espantada, al parecer el que enloqueció fue Marco.

Me siento al borde de la cama y busco mis chanclas para ponérmelas. Voy hacia la ventana y abro las cortinas. El sol empieza hacer presencia y mis ojos se ciegan un poco por la luz.

¿Dios a qué hora amaneció?

— ¿Entonces le doy con el bate o no? — pregunta Marco con disgusto.

Todos lo volteamos a ver. El loco definitivamente es él. 

Mamá deja su gorro de dormir en la repisa que está al lado de la entrada mientras una gran sonrisa empieza a crecer en su rostro. Mierda, conozco esa sonrisa que tanta irritación me ha causado a lo largo de mi vida.

— Ya que todos están despiertos — mamá le pasa la sartén a Nathan— hoy tendremos un lindo ¡Día familiar! — grita entusiasmada.

— ¡Me agrada la idea, amor mío! — Nathan la besa en la boca, los miro con desagrado. Me pregunto si ya cepillaron sus dientes.