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Decir que estábamos  molestas era poco, aunque, yo mas que molesta estaba decepcionada, aquellas dos personas a las cuales tanta confianza les daba, me habían traicionado en tan solo segundos.

— ¿Es cierto?  — quise saber aun que la respuesta era obvia.

Pero aun así, quería oír la verdad de sus propios labios. Maddy y Rhydian se habían colocado a mis costados como — he de suponer yo — apoyo moral.

— Íbamos a decirles cuando se trasformaran  — respondió mamá.

— No queríamos asustarlos — expreso sereno papá mientras se acercaba a mi dirección.

— ¡¿Asustarnos?!  — retrocedí indignada.

— Hay otros sangre de lobo que no quieren — miro a papá buscando apoyo por escasos segundos — compartir nuestros valores como nosotros.

— Sangre de lobo silvestres  — completo.

—  Son muy raros, y la mayoría estamos de acuerdo en que es mejor ser parte útil de la sociedad en vez de... — se quedo callada.

Los nervios junto a muchas mas emociones estaban que me nublaban la vista, y no era a la única, pues no solo me habían ocultado información sumamente importante a mi, si no que a Maddy también, y bueno Rhydian, acababa de enterarse y no es como si supiera que solo existían sangre de lobo con las misma ideales que nosotros toda su vida. 

— ¡¿En vez de que?! — exclamo molesta Maddy.

— En vez de odiar a los humanos  — respondió papá — y odiarnos a nosotros — nos miro a ambas — son peligrosos. 

Fue ahí cuando nuestros cerebros parecieron tener un pensamiento en común, la impresión y la inquietud sobresalía de nosotros tres mientras nos mirábamos ignorando a los adultos. 

— No eras tu el de la foto  — sentencio Max mirando a Rhydian. 

— Te dije que no era yo  — recrimino hacia mi hermana.

Ambos se observaron mutuamente aun sin salir de la impresión e indignación, pero a mi al recordar aquel mensaje de texto que me había mandado Tom después de clase me atravesó el cráneo como flecha. 

— ¡¡Shannon y Tom están en peligro!!  — hable mientras me acercaba rápido a la salida.

Si ese sangre de lobo era tan peligroso como nuestros  padres decían, no iba a dejar que les hiciera daño a mis mejores amigos. Maddy me siguió de cerca e ignorando la pregunta de papá salimos del sótano.

Me dirigí hacia mi habitación con la intensión de buscar aquel cartel impreso que contenía la foto que Shan había tomado días atrás, al encontrarla regrese a la sala  — donde estaban todos — y se la extendí a papá.

— Shannon la tomo el otro día.

— ¡¡Creímos que se trataba de Rhydian porque no sabíamos nada de los sangre de lobo silvestres!! — informo molesta.

 — ¿A donde fueron? — pregunto guardando la calma.

— Al bosque  — respondió el rubio — aquí — señalo la imagen.

— ¿Donde? ¿Dónde es aquí? — quiso un respuesta mas clara.

— No puedo explicarlo pero puedo encontrarlo.

— No, ustedes aquí se aquedan  — ordeno mamá tomando su chaqueta.

—  Iremos con ustedes — hablo Maddy siguiéndolos a la puerta de entrada.

—  Se quedaran aquí — repitió seria — si es un sangre de lobo silvestre lo encontraremos olfateando — sentencio saliendo de casa siendo seguida por el alfa de la manada.

You Rock My World || WolfBlood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora