You Rock My World || WolfBlood

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Cuándo por fin mis pulmones lograron obtener oxígeno limpió, comenzé a toser al mismo tiempo que mi conciencia regresaba, cuando abrí los ojos y pude ubicarme me di cuenta que estaba en los brazos de Rhydian siendo colocada de lado sobre su regazo para evitar ahogarme, Maddy había tomado mi mano sujetandolo con fuerza.

Una de las manos de Rhys masajeaba mi espalda intentado darme consuelo, las palpitaciones de los acelerados corazones de todos en este pasillo me había comenzado a molestar, aún debía procesar el hecho de que estuviera en medio del fuego completamente indefensa.

Me concentre en solo dos de aquellas cuatro palpitaciones; mi hermana y Rhydian.

- Shannon - escuché a mi hermana.

Levantando la vista mire a la pelirrojas a unos pocos espacios de mi tirada en el suelo, siendo atendida por Tom al mismo tiempo que recobraba la conciencia.

- ¿Estas bien?.

Las expresiones de completo terror y ansiedad de la chica no había pasado desapercibidas para mi, aunque nadie parecía haberlo notado.

- Yo vi - murmuró - creí que - jadeo atemorizada.

Eso me extraño, ¿Había visto algo en particular antes de perder la conciencia?. Mire a Rhydian que miraba desconcentrado y preocupado a Maddy.

¿Que está pasando?.

- Estás bien, ya pasó - intentó reconfortarla Tom - estás a salvo Shan.

Cansada me deje caer por completo en el cómodo y cálido cuerpo de Rhydian, al diablo con lo que pasará después, el miedo aún recorría mi cuerpo y no parecía querer dejarme, mi chico me atrajo hacia él al mismo tiempo que le permitía a Maddy acercarse también.

Cuándo todo estuvo en órden Jeffries nos hizo preguntas de lo que había pasado, aunque no pareció gustarle lo osada que había sido Shannon al dejarse influenciar por Kara a tal cosas tan irresponsable, dijo que no haría nada contra nosotros, pero solo por esta vez. Dijo que debíamos agradecer no haber salido heridos de verdad, ya que las soluciones que se habían derramado y mezclado podrían haber sido inclusive mortales al haber sido disueltas en un lugar que se encontraba con poca ventilación.

Todos agradecimos su ayuda y preocupación, además de que nos dejó ir solo con una advertencia, cada quien tomo su camino a cada. Siendo Maddy, Rhys y yo tomando el mismo camino.

Cuando llegamos a casa, ambas entramos directamente a dejarnos caer en el lugar que considerábamos el más seguro por el momento, en mi caso, era mi habitación.

Nuestros padres no se encontraban en casa por lo que no hubo preguntas de porque olía de forma extraña. Cuando cerré la puerta de mi habitación, tome un baño para poder cambiar mi ropa por algo más cómodo; un short licra deportivo y una blusa unas tallas más grandes que la que suelo usar, deje mi cabello suelto para que se secara de forma natural y me estire sintiéndome aún tensa.

Cuando intenté masajear mi cuello para aligerar la tensión sentí un respiración en mi nuca, unas fuertes manos masculinas rodearon mis caderas hasta llegar a mi vientre en donde sus palmas descansaron.

- ¿Cómo te encuentras? - murmuró de forma ronca contra la piel de mi cuello que dejaba al descubierto la blusa.

- Mejor que hace unas horas.

Le oí suspirar aferrándose aún más a mi cuerpo, parecía que apesar de tener mi espalda completamente recargada en su pecho, no parecía menguar su inquietud. Olfateaba detrás de mis orejas y suspiraba serca de mi nuca, y ni aún así dejaba de sentirtele temblar.

- Estoy bien - acaricio sus manos tratando de reconfortarlo.

Enterró su rostro entre mi aún húmedo cabello, restregandose contra mi nuca al mismo tiempo que afirmaba más su agarre contra mi cuerpo. Con dificultad había logrado darme vuelta y estar frente a él, su mirada reflejaba tristeza, preocupación y un miedo tan aguerrido que hizo a mi corazón temblar.