Me adentré en la casa con rapidez y caminé hacia mi habitación para detener la pelea absurda entre los otros dos seres vivos que convivían conmigo.
—M, ¿qué está pasando? —cuestionó Logan, siguiéndome los pasos.
Lo último que me faltaba era esto. Eisherz y Mr. Hugs peleando. No sabía qué era más absurdo: tener a mi primer amor agarrando del cuello a un perezoso, o que el mismo perezoso intentara pegarle con sus cortas patitas. ¿No que eran animales tranquilos?
—¡Deténganse! —chillé con los ojos presionados en cuando abrí la puerta de un tirón.
—¿Uhm? —murmuró Eisherz, mirándome desde la cama con ojos de cachorrito mientras se devoraba un pedazo de queso.
La imagen no era para nada la que me esperaba, por lo que fruncí el ceño y ladeé la cabeza divisando al chico de hielo con el perezoso recostado sobre sus piernas.
—¿Por qué agredías a Mr. Hugs? —pregunté, juzgándolo con la mirada y cruzando los brazos.
—¿A quién?
La vergüenza llegó a mi rostro cuando él me miró confundido y yo caí en cuenta de que el nombre que le había puesto a mi mascota era algo... ¿inusual? Se suponía que solo lo sabría yo. Nunca me había imaginado viviendo con mi enamorado de pequeña.
—¿Le pusiste Señor Abrazos a un animal? —se burló Logan entrando en escena.
—Eso no es lo importante. —negué— Respóndeme.
—Yo no hice nada. —replicó el chico de hielo, evitando cruzar nuestras miradas.
—Te vimos desde abajo. No tienes escapatoria. —mantuve mi postura y caminé hasta pararme frente a él en la cama.
—No sé de qué hablas. —insistió.
—Creo que lo mejor que haces es responder, amigo. —intervino Logan recostándose a su lado en la cama. Me mordí la parte interior de la mejilla cuando sentí algo crecer en el pecho que no era para nada agradable.
Hola, celos. —murmuró mi conciencia.
—Madison odia las mentiras. —agregó, compartiendo una mirada con mi chico.
—Sal de mi cama, L. —dije entre dientes.
—Si no confiesas la verdad, lo más probable es que comience a odiarte. —continuó, ignorándome.
Eisherz posó su mirada en mí, llevando su mano a la boca mientras se mordía las uñas. Al parecer lo que le dijo Logan no le había gustado y se mostraba algo indeciso sobre lo que debía hacer.
—La verdad es que...
—¡Aléjate de él! —terminé explotando, percatándome de que acababa de interrumpir la confesión de Eisherz.
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Eisherz
Fantasy«Él está encerrado en mi sótano y yo estoy condenada a enamorarme de él.» Desde el día en que Madison descubrió al chico que se encontraba congelado en el sótano de su casa, cayó perdidamente enamorada de él. Sexy, deslumbrante y con una belleza ca...