5. Especial Halloween

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(Pv Aras)

Corrí rápidamente hacia la biblioteca donde estaban mis hermanos perdiendo el tiempo, cuando entré los vi jugando ajedrez o hablando sobre cualquier tontería.

—¡Chicos, buenas noticias!

Todos me miraron curiosos.

—¿Vas a participar en el proyecto de Rey por un día?—preguntó Ace

—¡¿Me vas a regalar una nueva máquina de coser?!—exclamó Akarin

—¡¿Me compraste el kit de química con plutonio que te pedí como regalo de navidad?!—exclamó Arisha

—¿Vas a admitir que te gusta que te de por detrás?—preguntó Aron.

—No—miré a Ace—No—miré a Akarin—Ni loco—miré a Arisha—¡Ni muerto!—le grité a Aron.

Todos se quejaron

—Algún día haré que lo admitas—gruñó Aron.

—¿Por qué nadie quiere ser Rey?—preguntó Ace haciendo puchero—. Tantos hermanos peleándose por el trono y ninguno quiere ni un día para saber qué se siente—todos desviamos la mirada—. Agh ya qué—se quejó—. Bueno, ¿Cuál es esa buena noticia?

—Marcos quiere hacerle a los niños una fiesta de Halloween para que busquen dulces—expliqué—. Así que podemos tomar una de las viejas habitaciones desocupadas del Palacio para que hagan una búsqueda de dulces.

—¿Cómo la búsqueda de huevos de pascua?—preguntó Akarin

—Si, pero versión Halloween—respondí—. No podemos hacer que pidan dulces en las calles y sería demasiado poner decoraciones en cada puerta para que hagan el recorrido.

—Mmmmm ¿Y si hacemos un baile o algo así?—preguntó de nuevo Akarin

—Eso es para adolescentes—dijo Arisha—. A los niños les gusta más comer dulces

—Por eso, con el azúcar que van a tener en la sangre podemos hacer un concurso de baile para que gasten energía—explicó.

Todos lo miramos sorprendidos, la idea no era para nada mala.

—Bueno ¿Qué opinan si vamos a revisar el salón de baile?—preguntó Aron—. O tal vez podemos ir a ver algún cuarto aterrador perfecto para el evento 

—Ni de chiste—gruñó Ace—. A saber si encontramos algún fantasma de verdad.

—¿No dijiste que ya no ves al fantasma del viejo?—le pregunté 

—No, pero no debemos olvidar que en este lugar han habido más asesinatos que otra cosa  —me recordó—. Y uno nunca sabe.

—¡Hagamos una exploración urbana!—exclamó Aron de pronto.

—¡Nada de eso!

Todos lanzamos un grito de terror cuando mamá Lúa entró casi gritando.

—Esas cosas de exploración urbana son muy peligrosas—se quejó mientras entraba con una bandeja con bebidas—. Además ustedes puede que no conozcan todo el Palacio pero seguramente hay muchas habitaciones con secretos que sólo los miembros del Tigre Azul conocen.

—¿El Tigre Azul?—preguntamos todos

—Bueno, lo más lógico sería que ellos tengan una sede en el Palacio ¿no?—preguntó como si nada—. ¿De qué otra forma podrían estar siempre al pendiente de ustedes?

Eso no nos hizo sentir muy bien, sabía que era por nuestra seguridad pero a veces era molesto pensar que no podía ir al baño sin pensar que alguien me mira.....espero que no.

Cuentos de Oluwa 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora