Advertencia: Contenido chicaXchica, si no te gusta no lo leas, evita los comentarios ofensivos, gracias. Triste. Momentos después de Avengers: End Game.
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"Contra El Viento"
Todo empezó cuando Scott Lang llegó con su idea de viajar en el tiempo. Al principio creías que era la salvación, pero luego de todo lo que pasó, ya no te sentías así.
Fue divertido todo el experimento para averiguar cómo viajar al pasado, Tony regresando al complejo con la respuesta que necesitaban y todos preparándose para al fin hacer algo.
Cuando llegó el momento se dividieron en grupos para recolectar las Gemas del Infinito antes que Thanos, te tocó ir con Natasha y Clint a Vormir por la Gema del Alma. Te entusiasmaba el viaje, era la primera vez que irías al espacio y eso te tenía exaltada. Pero, claro, las cosas no terminaron muy bien para ti y Nat.
Natasha no dejaría que te sacrificaras y ninguna de las dos dejaría que fuera Clint, él aún podía recuperar a su familia y ver a sus hijos. Fue entonces cuando pasó, sentiste como la vida se te escapaba de entre las manos cuando Natasha te vio a los ojos y pronunció en un suave murmullo: "Te amo, está bien, solo déjame".
Intentaste aferrar su mano a la tuya, realmente lo intentaste, pero ella logró soltarse y caer al vacío. No apartaste los ojos de ella hasta que viste que llegó al suelo, tu corazón había muerto en ese mismo instante en que perdiste al amor de tu vida.
[...]
—Ella no querría esto para ti—habló Clint desde la puerta de tu habitación.
—Bueno, nunca lo sabremos, no está aquí para contradecirte.
Clint te observó un momento antes de cerrar la puerta e irse de ahí.
Ya llevabas días, semanas y hasta meses encerrada en tu habitación, solo salías para ir al baño. Clint a veces iba a verte y te llevaba comida, Sam te visitaba de vez en cuando para mantenerse al tanto y Wanda ya no te cuidaba como los primeros días, estaba desaparecida. Nadie lograba que salieras o que comieras de una forma decente.
—No eres la única que perdió a alguien—dijo Barton con un ligero tono de molestia.
— ¿Lo dice el tipo de la familia perfecta y feliz?
—_____, deja de hacerte esto, no está bien. —Giraste la cabeza para no tener que verlo y te acurrucaste más en la cama—. Pepper perdió a Tony, pero no la ves auto-compadeciéndose, ¿verdad?
—No podría hacerlo aunque quisiera, tiene una niña a la que cuidar.
Clint se acercó rápidamente a ti y te tomó por los hombros.
— ¿Y si fuera al revés? —cuestionó viéndote a los ojos con desesperación—. ¿Querrías que ella sufra de esta forma?
Presionaste tus labios con fuerza evitando soltar un sollozo, tus ojos se llenaron de lágrimas y la expresión de Clint se suavizó.
—Yo solo quiero que vuelva, Clint—susurraste soltando el llanto. Él te abrazó atrayéndote a su cuerpo y acarició despacio tu espalda.
[...]
Volvieron a pasar los días, ahora intentabas levantarte más seguido de la cama, comías un poco más y hasta fuiste capaz de bajar a la cocina. Querías seguir adelante por ella, sabías que no te gustaría si fuera Natasha la que estuviera en tu lugar.
Una semana después de hablar con Clint y recuperarte de a poco, decidiste hacer un viaje. No le avisaste a nadie y quizás fue una mala decisión, se preocuparían, pero lo necesitabas.
— ¿Sabes algo? —hablaste por lo bajo mientras dejabas las flores de distintos colores—. Por momentos me siento como si fuera contra el viento. —Te sentaste sobre el césped cruzando las piernas y miraste hacia abajo—. Porque cuando te fuiste sentí que se apagaron mis latidos, es como si ya no funcionara sin ti. Cada recuerdo duele, es igual a una herida abierta, una constante pesadilla. Siento que estoy muriendo lentamente, me siento cada vez más sola.
Pasaste una mano por el nombre tallado en piedra y las fechas debajo.
—A veces quisiera cambiar la realidad en la que vivo, no sé por qué tiene que ser tan cruel conmigo. Soy una extraña para los demás, desde que no tengo tu amor soy otra persona.
Besaste tu mano en la punta de los dedos y luego posaste los mismos en la lápida. Cerraste los ojos dejando caer las lágrimas y sonreíste con tristeza recordándola.
Sentiste unos pasos acercándose y volteaste de inmediato limpiando tu rostro cuando una mujer habló detrás de ti.
— ¿Tú quién eres? —Tenía un marcado acento ruso y pensaste en Natasha. Venía acompañada de un hermoso perro de pelaje dorado y traía flores en las manos.
— ¿Perdón? —Te levantaste para quedar frente a frente.
— ¿Qué haces en la tumba de Natasha?
— ¿La conocías? —preguntaste frunciendo el ceño. La rubia imitó tu gesto y se acercó a dejar las flores.
—Era mi hermana.
No supiste que decir ante aquello, Natasha mencionó alguna vez algo sobre una familia que dejó en el pasado, pero no pensaste que conocerías a su hermana.
— ¿Yelena? —Dudaste, pero ella asintió con la cabeza y suspiraste—. Vine a dejarle flores, necesitaba verla.
—Eres una de ellos, ¿verdad? Los Vengadores.
Asentiste con la cabeza sin decir nada, estabas nerviosa.
— ¿Así la conociste? ¿Eran compañeras? —No pudiste evitar sonreír y agachaste la mirada antes de responder.
—Era mi novia—susurraste con tristeza y orgullo al mismo tiempo—. Le iba a proponer matrimonio antes de...
—Oh, lo siento.
Le dedicaste una sonrisa de lado y alzaste los hombros.
Ya no había nada que hacer al respecto, no podías revertir su muerte, pero ahora sabías que no estabas completamente sola. Ella extrañaba a Nat tanto como tú y eso podía ayudarte un poco para salir adelante, tener a alguien que te entienda.
—Soy _____, por cierto. —Estiraste una mano hacia la rubia y ella la aceptó.
