No hay cielo sin nubes; ni paraiso sin serpientes

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Día nublado, espere a que el autobús llegara, en manos mi paraguas y el pelo recogido, para la mayoría por mi forma de vestir soy una persona normal. Pero nadie piensa que soy una profesora de alto prestigio y que tengo demasiados honores por resaltar .
Cuando el autobús llegó subi última por la señora que necesitaba ayuda para subir, después al pagar mi pasaje y ver al chófer algo teatro de mi estaba inundado de miedo, temor y a la vez era una sensación extraña.
El al verme me vio fríamente.

¿Por qué debía de haberme subido a este autobús?.

El es el hijo de la señora que estafó a muchas personas inocentes, aún recuerdo que el era un joven estudiante cuando lo conocí.
No se porque me ve con frialdad, no le hice nada, sinceramente fue su madre quien hizo una maldad imperdonable.

—Elena— murmuró alguien a mi atrás me di la vuelta un poco y era mi amiga de la escuela .

—¡Maritsa! Que coincidencia— sonreí viendola y ella me sonrió.

—No cambiaste en nada, por lo visto hoy no te viste como si estuvieras trabajando.

—Si, es que es mi día libre —me volvi a dar la vuelta y ver la ventana .

—Por cierto,¿cambiaste de número? —me preguntó y negué con la cabeza .

—No sigo con lo mismo de hace diez años —suspire .

—Yo cambie de número, ¿me puedes dictar tu número de celular? —comentó y viendo al chófer no se que decir, me invade miedo y a la vez debo disimular que estoy distraída.

—Que tal si anotas tu número en este cuaderno —busque entre mi bolso un cuaderno pequeño que siempre llevo conmigo para cualquier apunte .
Se lo di a Maritsa junto con un lápiz.
De repente el autobús freno demasiado fuerte lo que casi me hace caer y el todos estábamos asustados. Del suelo no quería alzar la mirada por lo que lentamente vi a un lado y el pasajero que se sienta a un lado de mi se levanto y empezó a intentar calmar a los demás.
Todos estaban murmurando y preguntando al chófer que pasaba .

Pero no solo quedamos ahí.
Estaba a punto de levantarme y ver a mi atrás cuando de repente se escucho un golpe .
Un golpe que me hizo quedar sin palabras .

—¡Bajen, bajen! —gritó un señor y todos empezaban a bajar, los veía pero mi cuerpo no respondía.

—Elena, Elena —se arrodilló mi amiga en mi frente intentando que recupere la razón.

¿Estamos en un choque?
¿Por qué hay humo?

Mi vista se nubla y caí rendida .

Un pétalo rojo caía entre el blanco fondo de un cuadro

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Un pétalo rojo caía entre el blanco fondo de un cuadro .
No se porque me siento mal.
Me siento angustiada y también...

—Quiero vivir —abrí los ojos de golpe y estaba en...

¿En qué lugar estoy?
Me veo a un lado y tengo unas venas de algún medicamento o algo así.
Vi mi ropa y era puesta encima con una bata azul. Tranquilamente suspire, no es algo grave de estar aquí al menos estoy con vida .

—Jovencita —murmuró una enfermera entrando, intenté levantarme pero ella rápidamente se acercó y me volvió a recostar como estaba .

—¿Estoy en el hospital verdad? —vi alrededor las camillas que habían y como los doctores estaban de un lado a otro atendiendo a los pacientes.

—Si, ¿recuerda su nombre? —preguntó.

—Mi nombre es Elena Figueroa —me recoste de lado viendo la mesita pequeña de un lado.

—Bien, buscaremos a sus familiares para que la ayuden —se levantó agarrando su tabla de notas .

—Recuerdo estar en un accidente o algo así,¿hay heridos? —murmure .

—El chófer del autobús esta en peligro de muerte —respondió.

Quería saber si había otra persona más; pero, alguien entro llamándola y diciéndole que había una emergencia.

No se cuantas horas pasaron o cuantos minutos hasta que sentí la mano de alguien sobre mi hombro .

—Hija —murmuró esa voz que conocía perfectamente .
Me di la vuelta lentamente y al verla ella tenía el rostro pálido.

—Mamá, papá —empezaron a salir lágrimas de mis ojos y bajando por mis mejillas .

Ellos estaban preocupados, con tranquilidad mamá me preguntó que sucedió .
Le explique que estaba normal en el autobús hasta que de repente todo sucedió demasiado rápido y al parecer me desmaye .
Mi papá trajo mis cosas que pudieron rescatar la policía, al principio mi papá estaba más preocupado pero con lo que le dije que todo estaba bien y no sufrí algún daño el entendió.
Mamá me sonrió sabiendo por el diagnóstico de la enfermera sobre mi situación. Nada grave y me dieron de alta por la noche o tal vez me iban a dar la alta mañana pero mis papás estaban a mi lado por lo que no había problema.

Al intentar caminar me senti débil pero poco a poco me acostumbre y al ver en las camillas encontré a mi amiga quien estaba dormida pero tenía las venas de sangre, ella no está bien y creo que es mi culpa .

—¿Ella es Maritsa no? —preguntó mi mamá y solo asentí.

—Me acercare a ella —camine lentamente y de mi bolso saque una rosa roja que siempre llevaba conmigo, eso porque ella era una importante compañera.
Verla asi en la camilla no me hace bien pero se que ella luchara y mañana de seguro y estará bien .

—Vamonos ya esta el auto listo—se acercó mi papá y junto a el me fui al auto.

Mamá se sentó a mi lado y me apoye a ella inclinando mi cabeza a su hombro .

No puedo creer que esto me pasara tan solo unos instantes .

Parece un mal sueño .
Nunca imagine estar en medio de un accidente y por poco haber quedado tal vez en coma.

Al día siguiente escuché las noticias y el accidente en el que estuve se informó como uno de los accidentes más extraños

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Al día siguiente escuché las noticias y el accidente en el que estuve se informó como uno de los accidentes más extraños .

Resulta que el que manejo el otro vehículo que chocó con el autobús era un varón de 35 años que es hijo de uno de los matones más buscados de mi país. Y eso no me sorprendió del todo, lo que me sorprendió fue que ese señor que chocó contra el autobús estaba escapando de un atraco que se realizó a un banco principal de la ciudad capital.
Pero chocó con intenciones de asesinar si o si al chófer del autobús.
Es decir que...
Ese señor lo tenía todo planeado.

Todo en esta vida se paga [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora